A la hora de evitar discusiones y mantener un ambiente sano en las cenas de fin de año, los juegos de mesa pueden ser nuestros mejores aliados para pasarla bien.
Con el paso de los años hemos ido optando por opciones de entretenimiento familiar basadas en el multimedia y la tecnología, como los karaokes y los juegos en línea, pero a la hora de apostarle a la convivencia sana, nada como confiar en aquellos juegos de mesa que heredamos de las generaciones que nos precedieron.
UNO
Es un juego de cartas inventado en 1971 por Merle Robbins en Reading, Ohio. Desde 1992, UNO es propiedad de Mattel.
Con un total de 108 cartas en el juego original, el objetivo es deshacerse de todas las que “roban” inicialmente, diciendo la palabra “uno” con la última carta en la mano. Las partidas suele ganarlas el jugador que, al quedar con una sola carta, dice la palabra “uno”.
Jenga
Este juego fue creado por la diseñadora Leslie Scott, actualmente perteneciente a la marca Hasbro. En Jenga, los jugadores se turnan para ir desmantelando, pieza por pieza, los bloques de una torre consruida con 54 piezas.
Una vez hecho esto, los bloques deben colocarse en la parte superior de la estructura para que la torre sea cada vez más inestable. El perdedor sólo será el jugador que coloque la pieza que haga colapsar la torre.
Sin palabras
En esta dinámica, los jugadores se dividen en equipos, mientras que un miembro intermediario elabora una lista de títulos de canciones, películas o telenovelas de manera que los participantes tengan que dar las pistas suficientes a través de mímica y gesticulaciones.
Monopoly
Monopoly actualmente es propiedad de Hasbro, pero su historia se remonta a principios del siglo XX con una primera versión creada por Elizabeth Magie, la cual se llamaba “The Landlord’s Game”.
El objetivo es formar un monopolio de oferta, poseyendo todas las propiedades inmuebles que aparecen en el juego, desplazándose por un tablero por medio de la puntuación que dictan los dados.
Serpientes y escaleras
Especialmente enraizado en la cultura local, este juego tenía una versión mexicana que seguía los azares de un hombre: las escaleras lo hacían alcanzar un objetivo, mientras que las serpientes lo hacían fracasar en el intento de avanzar.
Sus orígenes se remontan a la India del siglo XIX, cuando fue inventado como parte de una familia de juegos de dados. La expansión de este juego, hoy considerado como un clásico, llegó tiempo después a Inglaterra, donde fue comercializado con el nombre: Snakes and Ladders.
➡️ Recibe GRATIS la información relevante en tu correo a través de nuestro Newsletter
Suscríbete a nuestro canal de YouTube