En muchas ocasiones damos por sentado que las especies que nos rodean siempre han estado ahí porque quizá desde que nacimos las vemos coexistiendo en nuestras comunidades.
Sin embargo, hay muchas especies que se han introducido, es decir, que en realidad no pertenecen de manera natural a nuestra zona y se han traído de forma artificial.
Una de las especies que frecuentemente confundimos con una nativa es la tan bella Bugambilia.
Originalmente la descripción de esta especie se le atribuye al botánico francés Louis Antoine de Bougainville, ya sabrán por qué se llama como se llama. Sin embargo, como es más frecuente de lo que imaginamos, este mérito en realidad no es de él.
Quien “descubrió” y colectó por primera vez esta planta fue la naturalista Jeanne Baret, quien formaba parte del equipo de trabajo como médico y naturalista. Sí, leíste bien, médico porque se vestía y actuaba como hombre para que se le permitiera viajar por el mundo descubriendo plantas.
Esta especie, originaria de Sudamérica, debido a su belleza y la simplicidad en su proceso reproductivo ganó rápidamente popularidad y empezó a distribuirse a diferentes países. En México, por ejemplo, es una especie ampliamente distribuida por todos lados, pero es introducida.
Además, una de las grandes virtudes es que tiene usos medicinales y se usa la infusión como auxiliar en el tratamiento de enfermedades respiratorias como infecciones en la garganta y bronquitis.
Contrario a la creencia común, los colores rosa, naranja, morado y magenta en diferentes tonalidades no son de las flores, sino de las brácteas que son hojas modificadas que rodean a la flor. En el caso de la Bugambilia es justo esa pequeñita sin color que se ubica en el centro.
Esta planta sin duda aunque es extranjera ya la consideramos de casa, tanto así que algunos gobiernos la han utilizado como emblema o logo para hacer referencia a nuestra eterna primavera.
Un bocado primaveral
Además de ser una hermosa flor que decora los jardines de varias casas mexicanas, la bugambilia también puede incorporarse en nuestra alimentación diaria. Por ejemplo en té para combatir la tos y bronquitis, o como agua fresca y hasta en ensaladas no sólo para darles sabor, sino también color.
Pero hay otra forma más deliciosa de probar ese saborcito tan peculiar de la flor de bugambilia: en gelatina. A continuación te compartimos la receta para que te animes a prepararla y degustarla.
INGREDIENTES
* 40 flores de bugambilia
* Dos litros de agua
* 4 cucharadas de grenetina
* El jugo de 5 limones grandes
* Azúcar o endulzante al gusto
PREPARACIÓN
1. Pon a calentar una taza de agua y agrega las 40 flores de bugambilia para preparar una infusión. Déjala hervir durante unos 12 minutos.
2. En el litro y medio de agua restante agrega el jugo de los cinco limones. Endulza al gusto.
3. Hidrata la grenetina en media taza de agua fría. Espera a que se hinche y cuando esté lista disuélvela en baño María o en el microondas durante 20 segundos.
4. Incorpora la infusión de bugambilia al agua mezclada con el jugo de los limones.
5. Mientras revuelves agrega en forma de hilo la grenetina previamente disuelta.
6. Sirve en moldes pequeños y refrigera al menos durante dos horas.
7. Desmolda y sirve. ¡Disfruta un bocado primaveral!
Con información de Martín Santamaría / Publicado originalmente en 2022
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