El tradicional olor a flor de muerto comienza a percibirse prácticamente en cada esquina de Cuernavaca. El cempasúchil comienza a darle la bienvenida a los fieles difuntos que visitan los hogares de sus seres amados gracias a un camino grande elaborado con esta flor que simboliza la luz.
El nombre original de esta flor tradicional es sempôwalxôchitl y proviene del náhuatl; se forma de dos sustantivos: sempôwal, que significa 20 (o muchos), y xôchitl, que es flor; es decir, “flor de 20", y es que su descripción es precisamente esa: una planta formada de una pequeña bola con colores amarillentos que está conformada por varias flores pequeñitas.
Morelos ocupa el séptimo lugar de producción de flor de cempasúchil a nivel nacional, concentrando principalmente su producción en Cuernavaca, Jiutepec, Jantetelco, Cuautla, Mazatepec, Tetecala y Tepoztlán.
De acuerdo con datos del Sistema de Información Agroalimentaria Pesquera, en 2021 Morelos registró una cosecha de una superficie de 32 hectáreas, lo que se traduce en 374 toneladas, seguida de la flor de terciopelo, con una superficie de 24 hectáreas cosechadas; es decir, alrededor de 24 mil 368 manojos.
Sin embargo, en Morelos existe una gran variedad de especies, más de 30 para ser exactos; las más populares son el cempasúchil de corte, cempasúchil de terciopelo de corte y el que más se vende que es el clemolito.
Pese a que durante dos años los productores de las plantas ornamentales tuvieron pérdidas casi totales debido a la pandemia, se espera que este 2022 la venta presente un repunte.
De acuerdo con María Guadalupe Vivero, productora de la flor de cempasúchil, en 2021 tuvo una pérdida de más de ocho mil plantas; confió que espera que las ventas se dispararen debido a que los panteones volverán a abrir sus puertas, pero, afirma, el panorama no es alentador.
La siembra de esta flor comienza en junio y julio para que la planta comience a dar sus flores; las más bonitas se dan en noviembre, aunque se comienzan a pintar los sembradíos desde principios de octubre, las plantas que son bien cuidadas duran hasta mediados de noviembre.
Los precios en esta temporada van de los 12 a los 25 pesos, dependiendo de la presentación; aunque estos sean costos de productores, en supermercados se pueden encontrar hasta en los 35 y 45 pesos.
Guían a los difuntos
Además de ser una flor decorativa, el cempasúchil también se ocupa para adornar la ofrenda del Día de Muertos, donde las flores son símbolos de la festividad por sus colores y estelas aromáticas. Adornan y aromatizan el lugar durante la estancia del ánima, la cual al marcharse se irá contenta; el alhelí y la nube no pueden faltar pues su color significa pureza y ternura, y acompañan a las ánimas de los niños.
En muchos lugares del país se acostumbra poner caminos de pétalos que sirven para guiar al difunto del campo santo a la ofrenda y viceversa. La flor amarilla del cempasúchil deshojada es el camino del color y olor que trazan las rutas las ánimas.
Los indígenas creían que la cempasúchil era una planta curativa, pero ahora solo sirve para adornar los altares y las tumbas de los difuntos.
A continuación te dejamos algunos datos interesantes sobre esta planta:
Usos medicinales
- Se dice que la flor de cempasúchil es utilizada para el tratamiento de padecimientos digestivos, fiebre y enfermedades respiratorias como la tos.
Morelos, séptimo en producción
- La entidad se posiciona dentro de los 10 primeros lugares en producción de flor de cempasúchil con el puesto número siete.
- Nuestro estado también produce para otras entidades como Guerrero y Veracruz
Color que destaca
- Esta flor también es utilizada para obtener colorante natural para teñir objetos, prendas o alimentos; también es la materia prima para elaborar cervezas artesanales, nieves o un buen pulque