La investigadora Luz de María Bretón Deval, del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), inició un proyecto de investigación sobre aguas residuales en Temixco. La investigación se centra en analizar las aguas tratadas en la planta El Rayo, donde se estudia la presencia de microorganismos y agentes patógenos para obtener información sobre posibles riesgos de salud.
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Durante un año se monitoreará el agua para obtener información relevante sobre medicina y salud pública, con el objetivo de identificar posibles bacterias, virus y otros patógenos que circulan en la comunidad.
"Estamos iniciando un proyecto con la planta de tratamiento El Rayo, donde monitorearemos las aguas residuales a lo largo de un año. Cada vez que usamos el baño, liberamos información sobre nuestra salud, qué comemos, de qué estamos enfermos, qué bacterias o virus llevamos, y esa información llega al agua. Con estos datos, podemos detectar brotes epidemiológicos, identificar enfermedades prevalentes y ver qué bacterias tienen resistencia a los antibióticos presentes en la comunidad", añadió.
La planta El Rayo trata alrededor del 70% del agua en Temixco, mientras que el 30% restante proviene de otras fuentes, como plantas particulares de algunas industrias o fosas sépticas en áreas sin drenaje. Bretón aseguró que la proporción de agua procesada permite obtener una muestra significativa para evaluar la salud de los habitantes.
Luz Bretón destacó la necesidad de que la comunidad sea consciente de los riesgos de consumir agua directamente de la llave, ya que es muy probable que contenga bacterias. Recomienda el uso de filtros o procedimientos caseros que ayudan a purificar el agua para el consumo humano, como hervir el agua.
Para disminuir los riesgos de infecciones o afectaciones en la salud, sugiere el consumo de agua embotellada o en garrafones con agua purificada.
"Este proyecto nos permitirá conocer el estado de salud de la comunidad a partir de las aguas negras sin tratar y construir un panorama de la microbiología y los niveles fisicoquímicos presentes en Temixco. Será una oportunidad para conocer más sobre los riesgos y beneficios de analizar las aguas residuales en nuestras comunidades", agregó la doctora Bretón.
Otros estudios de aguas contaminadas en Morelos
En 2019, la doctora Bretón realizó un estudio sobre el estado del río Apatlaco, cuyos resultados fueron publicados en el artículo La historia del río que necesitaba ser biorremediado.
Este trabajo reveló que el río recibía cerca de 321 descargas, de las cuales 157 eran de origen industrial, 135 domésticas y 29 del sector agrícola.
Se halló que la mezcla de contaminantes incluía compuestos clorados, microplásticos, metales pesados y aceites, lo cual llevó a Bretón a advertir que la mala calidad del agua del Apatlaco representaba un riesgo para la salud pública:
“Es un riesgo en salud pública y puede poner en peligro a los 1.6 millones de personas que viven a los alrededores del río Apatlaco. Entre ellos se detectó ADN de bacterias de los géneros Escherichia y Salmonella, los cuales generan enfermedades gástricas”, dice textualmente parte del artículo que publicó la investigadora.