El temazcal permanece arraigado en la comunidad de Amilcingo, en Temoac, donde una brigada de medicina tradicional se ha dado a la tarea de mantenerlo vivo durante las próximas generaciones. Se te trata de la brigada de salud comunitaria Vinh Flores Laureano, que cada cierto tiempo instala la estructura en una vivienda ubicada en el centro de la comunidad.
Del náhuatl temazcalli que significa: “casa donde se suda”, el temazcal es un baño de vapor empleado en la medicina tradicional, usado por diversidad culturas de Mesoamérica y Norteamérica con propósitos curativos, particularmente de desintoxicación por sudoración a través de infusiones de hierbas.
“Los beneficios son muchos, como estar tranquilo, relajado y ayudar a las personas emocionalmente”, explicó una habitante de la comunidad, perteneciente al municipio de Temoac.
A unas casas de la ayudantía de la localidad, que se rige por sus usos y costumbres, los pobladores de Amilcingo se dieron a la tarea de traer de vuelta el uso de temazcales al percatarse de que las familias habían empezado a destruir los que tenían en casa. En el pasado, su uso en las familias locales era más común.
Jorge Velázquez, habitante de la comunidad e integrante del movimiento “Amilcingo en resistencia”, narra que el temazcal se instala en ocasiones especiales, lo que no ocurre pocas veces: frecuentemente, la comunidad es sede de asambleas de organizaciones indígenas, huésped de caravanas sociales y de movimientos de resistencia en todo el país, particularmente de opositores a los megaproyectos del gobierno federal.
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