Lizbeth Soto, originaria de Tulancingo y egresada de la Licenciatura en Comunicación, encontró una gran oportunidad para trabajar y también para seguirse conociendo a través de una pasión “que no sabía que tenía”: la producción de doblaje.
La también ex estudiante de la Prepa Dos llegó a uno de los principales estudios de esta disciplina tras la oferta de una de sus mejores amigas, y entonces a pesar de que no era algo propio de su área de especialidad (la investigación en Comunicación), dio el salto de fe para aventurarse con una de las compañías de entretenimiento más grandes del mundo.
Puedes leer también: Abusos y escándalos sexuales: las revelaciones de Pamela Anderson en documental de Netflix
Para contenidos de Netflix, su función principal se basó en garantizar que las nuevas series o películas se mantuvieran tal cual la idea original, pero al mismo tiempo en búsqueda de los intereses del público latinoamericano.
A la cabeza de un equipo creativo conformado también por un director y un adaptador, señala que el universo del doblaje es noble pues ofrece espacios a profesionistas de diferentes áreas: desde actores y actrices, hasta legistas que colaboren en el marco jurídico en funciones administrativas.
“Es muy interesante. Es un área que aún me falta mucho por explotar pero es necesario profesionalizarse si deseas ser actor o actriz de doblaje, los directores exigen la formación en teatro”.
Pese a lo anterior, argumentó que es gracias a sus habilidades no académicas que logró posicionarse rápidamente sin tener experiencia previa en el campo de la producción.
“Es saber priorizar proyectos, organizar tiempos, que es de lo más complicado. No se me hizo difícil porque ya había gestionado proyectos antes como community manager, pero Netflix produce mucho contenido y afortunadamente la mayoría del doblaje se hace acá en México”, expuso.
Más equidad de género en la industria
Para dicho estudio, Lizbeth se encargó de producir series de anime, películas y contenido de alta popularidad como la recién estrenada tercera temporada de Emily en Paris, lo que implicó una “gran responsabilidad” pues se trata de una de las series más atractivas de la plataforma. Sin embargo, la clave es “lidiar con esa presión” y trabajar en equipo; y es que ella no produjo las dos temporadas previas, lo que implicó un mayor trabajo de investigación de antecedentes no solo para igualar la calidad, sino para rebasar dicho estándar.
Te puede interesar: Oscar 2023 ¿Dónde ver las cintas nominadas a Mejor Película?
“Creo que el doblaje se ha hecho un entorno más amoroso que de lo que fue en sus inicios cuando era dominado por hombres. Creo que las oportunidades son iguales para todos y no hay que hacer tanto la lucha en sentido de género, es una de las cosas que me gustaron de estar en esto; la industria es muy chica y eso a veces causa lucha de egos, pero es un buen momento para sentarnos a pensar cómo mejorarla”.
Por otro lado, Lizbeth platicó al respecto de dejar su lugar de origen para emprender un desarrollo profesional distinto. Mientras estudió la universidad, accedió a un intercambio académico a República Checa, reto que la hizo aprender que “a veces hay que salir” para aprender a mirar otras perspectivas. Esa experiencia le facilitó el trabajo al mudarse a la Ciudad de México, donde el ritmo de vida “puede parecer abrumador, pero mi carácter y personalidad me permitieron adecuarme pronto”.
Aunque actualmente no tiene proyectos en puerta, aseguró que quiere seguir trabajando para el doblaje porque se vive casi todo el tiempo en un cúmulo de emociones “al conocer a las voces de tu infancia”.
No obstante, hay otra meta en puerta: “Uno de mis sueños cuando salí de la prepa era estudiar Literatura Dramática y Teatro y creo que ahora estoy lista para eso, llegó el momento de al fin estudiar actuación, pero seguiré produciendo doblaje”, concluyó.
Publicado en El Sol de Tulancingo