De ser el municipio de las minas y la plata, de la procesión del silencio, Taxco se convirtió en vocholandia, mote que visitantes le asignaron debido a la gran cantidad de vochos que suben y bajan las empinadas calles de este Pueblo Mágico ubicado en el estado de Guerrero. Y es que por muy “alta gama” que sea un automóvil, “no da el ancho” si se trata de subidas tan prolongadas.
El vehículo por excelencia
La forma de las calles empedradas, pendientes pronunciadas y lo angosto de ellas provoca que el vehículo que mayormente “se rifa” en subir sea precisamente el vocho.
Con el avance tecnológico se ha buscado implementar otras marcas de vehículos en el municipio, sobre todo para uso del transporte público, sin mucho éxito, pues “el vocho es el vocho”, afirma Adrián Fuentes, guía oficial de turismo de la Secretaría de Turismo federal en el municipio.
Las calles miden en promedio 4.5 metros de ancho, por lo que muchos vehículos pasan “casi bailando” uno entre otro. “Subir hasta el Cristo es toda es una experiencia totalmente diferente a subir en otro vehículo”, sigue Adrián. Por lo empinado de las calles la gente llega a sujetarse del volante o del asiento al experimentar la sensación de que no pasará por lo angosto de la calle.
El servicio de taxi comenzó a funcionar en los años 70, muchos conductores traían carros grandes, “lanchotas”, recuerda Adrián, “y aquí lo que hacíamos era brindarles el servicio con estos vehículos”.
En vocho puedes ir adonde se te ocurra dentro de este pueblo mágico. “Al Cristo, al teleférico, la Cascada, el Cerro del Huisteco, en realidad te puedes meter a cualquier lugar de Taxco en un vocho sin ningún problema”.
Una artesanía muy peculiar
Llaveros, saleros, imanes, destapadores y hasta alcancías con figuras de vochos, ya sea de metal o cerámica, se encuentran entre los productos que venden los artesanos en la calle De la Veracruz, en el centro de la localidad; ahí se ubican Jesús y su esposa, también don Nicolás, algunos provenientes de otras comunidades como Iguala, que llegan a decorar las figuras que posteriormente serán vendidas a los turistas.
“Vendemos el carrito del taxi porque es uno de los principales atractivos aquí; hay mucho vochito”, dice Jesús.
Relata que ha tenido clientes que llegan de otras ciudades como Acapulco, que le han hecho pedidos especiales “más o menos me lo imagino; son vochitos de allá y ya lo pintamos igual”.
De Cuernavaca, del Estado de México también han llegado a pedir colores especiales. Las figuras tienen un costo que va de los 30 pesos a los 100 pesos las más elaboradas.
Ser taxista en vocholandia
Leoncio Bahena, taxista de oficio desde hace más de 10 años, cuenta que nunca su vehículo Volkswagen se ha quedado atorado o varado en las calles de Taxco, a diferencia de otros. “Por las subidas que están bien empinadas el vocho tiene más fuerza; no se compara”.
El mantenimiento no ha sido fácil, pues desde que su fabricación fue cancelada las piezas no solo se han escaseado, sino también encarecido; “por ejemplo una caja de velocidades solo con partes usadas, las van a traer de otros estados, pero hay proveedores. Las piezas son muy caras, antes una banda la conseguías en 50 pesos, ahora cuesta entre 90 o 100 pesos, depende de la marca”.
En Taxco, las calles más empinadas son la Guadalupe, La Vista, Pedro Ascencio, calle del Minero, Monte Taxco, incluso otros vehículos han tenido que solicitar el auxilio vial para salir; “los choferes que van empezando son los que más se atoran o se llegan a derrapar por lo mojado de la calle”.
La falta de una cajuela ha obligado a los taxistas a modificar las unidades, una de ellas es retirar el asiento del copiloto para que los clientes puedan subir sus compras u otros objetos que llevan.
Desmitificando al vocho
Mientras pisa el acelerador, Leoncio comparte que existen mitos como el que un vocho arranca hasta con alcohol, pero asegura que es imposible “se necesita gasolina”, tampoco que sea más fácil aprender a manejar en uno o que encuentras piezas hasta en la tienda de la esquina, pues ahora deben buscarlas hasta en deshuesaderos.
Día Internacional
- Cada 22 de junio se celebra el Día Internacional del Vocho, traducido del alemán al español como “el auto del pueblo”.
- 2003 dejó de fabricarse este automóvil de la marca Volkswagen
- 80 % de los vehículos que circulan en Taxco, Guerrero, son vochos; el resto, March y Tsuru.
Atractivo para Hitler
El Volkswagen tenía al inicio de su fabricación un objetivo: ser un vehículo “de guerra”, pues era un objeto atractivo para Adolfo Hitler; pasados los años llegó a México y de inmediato se hizo popular.
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