Las "Chilacayotas" son una parte integral de la vida cotidiana en este pueblo mágico de Tepoztlán. Como ocurre en la vida del campo, los niños disfrutan cortando estas calabazas, especialmente durante las celebraciones y festividades de Día de Muertos.
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¿Qué son los chilacayotes?
Los chilacayotes son una variedad de calabaza, que, además de que saben deliciosos, durante el Día de Muertos se utilizan para elaborar calaveras, tal y como en otras regiones se utiliza la calabaza, pero con las variantes muy locales.
Debes saber que en Tepoztlán, el consumo de chilacayotes es una costumbre
que se conserva generación tras generación, y durante esta temporada puedes comprarlos directamente en los cultivos o bien en el recién remodelado mercado local, en donde, mientras compras, podrás aprovechar para sumergirte en la cultura y la tradición de la región.
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¿Cómo crean las "Chilacayotas" luminosas?
En Día de Muertos, los chilacayotes son usados para crear las luminosas "Chilacayotas". Las personas limpian los chilacayotes, les realizan perforaciones que simulen los ojos, nariz y boca de un cráneo humano; los escarban para sacarles tanto la pulpa como las semillas, y, por último, les colocan una vela de parafina en el interior.
¿De qué se trata la tradición de las "chilacayotas"?
Esta tradición surgió en México en la primera mitad del siglo XX. Los niños de regiones como Tláhuac, Xochimilco, Iztapalapa y Milpa Alta en la Ciudad de México y Morelos llevaban sus chilacayotes tallados para pedir "calaverita", que son son deliciosos dulces o fruta.
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Actualmente está tradición se conserva en Tepoztlán. Ahí, como motivo de Día de Muertos, principalmente el 1 y 2 de noviembre, cientos de niños salen a las calles a pedir su “calaverita” con sus chilacayotes que van iluminando el camino.
Se dice que, en algunos barrios, algunos vecinos ponen una fogata afuera de sus casas como una señal de que esperan a los niños para darles la "calaverita".