En los últimos años entre el “mercado” de los medicamentos y suplementos alimenticios, se oferta uno denominado “factor de transferencia” que entre sus beneficios fortalece el sistema inmunológico para combatir todo tipo de enfermedades desde COVID hasta cáncer, sin embargo, especialistas del área señalan que el Instituto Politécnico Nacional (IPN) es quien tiene la autorización de fabricarlo y comercializarlo, por lo que alertaron sobre productos “pirata” a la venta que pueden poner en riesgo la salud de las personas.
Angélica Meneses Acosta, investigadora de la Facultad de Farmacia de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), explicó que el factor de transferencia es un medicamento que se encuentra dentro de la farmacopea estadounidense en el apartado de biológicos, el original fue hecho por el IPN y es el único avalado por la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris).
“Esta hecho a partir de un lisado leucocitario, es decir, a partir de leucocitos, es una extracción de diferentes proteínas y hacen una formulación de tipo oral, sin embargo, no existen los medicamentos milagros, todos para poder ser administrados a alguna persona requieren un estudio para saber si es adecuado, seguro y si será eficaz, lo cierto es que este factor de transferencia no tiene pruebas clínicas finales que demuestren que tiene actividad general sobre un tipo de enfermedad”, explicó.
Utilizar alguna de las imitaciones puede causar daños a la salud, lo menos que puede pasar, asume la investigadora, es que no haga efecto. El factor de transferencia debe ser recetado por un médico especialista.
Inmunoestimulación
Meneses, señala que el factor de transferencia creado por el IPN ha demostrado en estudios científicos que es un inmunoestimulante, pues ya son 30 años que llevan estudiando esta molécula, no obstante, se ha solicitado tener las pruebas clínicas para tener mayor certeza.
“Tiene acción sobre diferentes enfermedades, pero debo aclarar, es un apoyo para, no es un medicamento de cura, ni de Cáncer, ni de COVID ni mucho menos; lo que hace es apoyar a nuestro sistema de defensa, por ello cada persona puede responder de diferente forma, siempre y cuando sea el medicamento oficial, no puedo decir que los que venden en el mercado como suplemento alimenticio cumplan con la calidad, seguridad y eficacia que un compuesto que este tipo requiere”, enfatizó.
Insistió en que el objetivo de este medicamento es únicamente ayudar a que el sistema inmune reaccione, lo cual lleva a presentar una mejora pero no es que actúe sobre una enfermedad. Sobre casos de cáncer se debe valorar en que etapa de la enfermedad se encuentra el paciente.
“Hay artículos científicos que refieren el apoyo del factor, y dejo bien claro, el apoyo, de artritis reumatoide, lupus eritematoso, pero insisto la evidencia clínica es escasa. En el caso de COVID, de enfermedades infecciosas, lo que hace es que inmunoestimula las defensas, es decir, respondemos en mayor defensa para combatir la enfermedad, no va directa sobre el virus”.
Que debemos hacer
Recomendó que ante un medicamento de este tipo es importante buscar en la Cofepris si tiene o no autorización (“permiso Cofepris”), en caso de que un médico quiera vender este producto se debe acudir a la misma instancia para conocer si cuenta con permiso para comercializar.
Los medicamentos que se venden en el “mercado negro” pueden tener menor cantidad de lisado leucocitario o incluso no tener nada. “No porque el amigo, la vecina, digan es que a mi me funcionó, lo hagan, es muy diferente en cada persona", concluyó Angélica Meneses. No automedicarse y asesorarse con un especialista es la mejor opción.
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