El teporingo continúa en peligro de extinción

El simpático conejo que habita a las faldas de los volcanes ha sido víctima de la conversión de las zonas agrícolas

Dulce Gaviña | El Sol de Cuautla

  · sábado 13 de noviembre de 2021

El conejo de los volcanes es una especie de mamífero lagomorfo de la familia leporidae / Cortesía | Conabio Morelos

Originario de México, el conejo teporingo, también conocido como zacatuche o de los volcanes, habita en las faldas de los volcanes y en Morelos es también localizado en las zonas zacatonales como el cerro del Tepozteco; sin embargo, desde el año 2010 ingresó al padrón de las especies en peligro de extinción.

Tal vez el teporingo no sea conocido por todos, pero su existencia es necesaria para la conservación ecológica en nuestro país. Físicamente es muy peculiar: su tamaño llega apenas a los 30 centímetros, tiene pelaje color amarillo con negro, orejas muy pequeñas y una cola que pasa casi desapercibida.

La maestra en Ciencia, Ana Luisa Ortiz Villaseñor, profesora investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) y del Centro de Investigaciones Biológicas, en el área de conocimiento de mamíferos silvestres y salud pública describe a esta especie como de suma importancia para el entorno ecológico de México por diferentes situaciones.

Una de ellas es porque es endémico de este país y porque es una especie que vive en todo lo que son los zacatonales a las faldas del volcán: "Hablamos de una especie que tiene una distribución reducida con ciertas características determinadas en el espacio que ocupa".

De ahí también su nombre como conejo de los volcanes, pero en particular en el estado de Morelos se tiene presente en la zona protegida del Chichinautzin, que incluye parte de los municipios de Tepoztlán y Huitzilac.

Su importancia ecológica radica en que al ser una especie endémica y restringida se encarga de manera natura de reproducir lo que es la reforestación del tipo de vegetación del que se alimenta.

"Es un reforestador totalmente natural, es decir, su importancia influye en la presencia de la vegetación del lugar donde habita".

O sea que el zacatuche se alimenta de las hojas tiernas de pastos y zacatones: no obstante, dada la sobre explotación de las tierras cada día su hogar y su fuente de alimentos va desapareciendo.

Amenazas

En el año 2010 la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza declaró a esta especie endémica de México en peligro de extinción.

Entre las principales causas que lo ponen en esta situación están el avance de la agricultura, la "aforestación", el mal manejo del fuego y del pastoreo, así como la creciente urbanización, en virtud de que todo ello causan la fragmentación del hábitat de pastizales nativos, es decir, generan la disminución de su área de distribución.

Ortiz Villaseñor indicó que desde 2010, cuando se presentó un informe de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), se estimaba que en el país había alrededor de siete mil conejos de los volcanes; sin embargo, a la fecha no se tiene un número exacto de cuántos existen.

El teporingo es un animal indispensable para el equilibrio ecológico ya que forma parte de la cadena trófica, pues funge como un dispersador natural de semillas que permite la reproducción de las plantas y, a su vez, la existencia de la vida.

El conejo de los volcanes es una especie de mamífero lagomorfo de la familia leporidae / Cortesía | Conabio Morelos

Hacia su protección

La profesora investigadora de la UAEM dijo que hoy en día lo más preocupantes es la permutación por las zonas agrícolas de pastoreo que se van sobre los zacatonales, que es de donde se alimentan los zacatuches.

"Eso ha mermado y limitado el desarrollo de este tipo de vegetación y la fuente de alimentación para esta especie se ve limitada".

Señaló que se ha estado trabajando para su preservación por parte de la Semarnat a través de monitoreos para estimar la población y proteger de alguna manera estas zonas naturales.

"Hay estudios que se han hecho a nivel nacional, y aunque se habla de que se tengan en cautiverio la realidad es que estos animales deben de estar libres".

De ahí que la invitación que se hace es a no cazarlos, pues aun cuando están protegidos siguen siendo perseguidos, atacados y más cuando el ser humano está haciendo su hábitat más chico.

La contingencia sanitaria por Covid-19 no ha influido en el rescate y preservación del conejo de los volcanes, pues Ortiz Villaseñor señaló que la falta de recursos merma en el trabajo.


➡️ Recibe GRATIS la información relevante en tu correo a través de nuestro Newsletter

Súmate a nuestro canal de Youtube