A dos horas de la Ciudad de México, Cuautla es una ciudad que ha cambiado mucho en las últimas décadas, pero que conserva espacios y edificaciones con valor histórico desde hace más de 200 años, cuando José María Morelos y Pavón libró una de las hazañas más exitosas de la lucha independista, y cuando, un siglo después, Emiliano Zapata dejó su huella en varias partes del pueblo.
Hoy en día, los visitantes tienen la oportunidad de conocer y redescubrir aquellos espacios, especialmente después de las últimas rehabilitaciones a cargo del gobierno federal en la Plaza José María Morelos y Pavón, el zócalo; y la Plaza de la Revolución del Sur, lugar en el que reposan los restos del Caudillo del Sur.
Centro histórico de Cuautla
Sin duda, una de las paradas obligadas para todo aquel que visita el Centro Histórico de Cuautla es la antigua estación del ferrocarril interoceánico, edificada en 1881, protagonista de la revolución zapatista y que, a partir de la segunda mitad del siglo XX, ha sido locación de decenas de películas, telenovelas, series de televisión y comerciales.
A la fecha, esta edificación sigue siendo uno de los principales atractivos de la ciudad y visitar el museo vivencial que la alberga puede ser un viaje en el tiempo. Así es como lo presumen las autoridades municipales, que ofrecen visitas guiadas a un costo de 20 pesos para adultos y de 10 pesos para niños, estudiantes, adultos mayores y jubilados todos los días de la semana, excepto el lunes.
El museo vivencial fue habilitado en el antiguo taller de la máquina de vapor, en medio de un jardín en el que aún relucen algunos de los carros furgones de la estructura original y otros que fueron reconstruidos con el tiempo. Además del tren, al borde de la antigua estación se encuentra el exconvento de San Diego, lugar desde el cual Hermenegildo Galeana defendió al pueblo bajo las órdenes de Morelos durante la Batalla del Sitio de 1812.
Las plazas rehabilitadas
Tras años de permanecer en el abandono, este 2023 la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) del gobierno federal concluyó las labores de rehabilitación de dos de las principales plazas del Centro Histórico: el zócalo y la Plaza de la Revolución del Sur, antiguamente conocida como la Plaza de Santa Bárbara y, durante la época colonial, como Plaza de Buenavista.
Tras la muerte del Caudillo del Sur, este espacio fue elegido para albergar sus restos en el año 1932 y, desde entonces, su nombre cambió al actual. A la fecha, sigue siendo uno de los puntos con mayor simbolismo en Cuautla, y, cada abril, es visitado por aquellas personas que recuerdan los ideales del héroe mexicano.
La actual es, sin duda, una de las mejores temporadas para apreciar la nueva apariencia del zócalo, toda vez que, como parte de su proceso de remodelación, las autoridades municipales retiraron el comercio ambulante de este polígono, adornado hoy en un día por un nuevo quiosco y varios jardines coloreados con plantas y árboles endémicos.
A un costado del zócalo se encuentra el Museo Histórico de Cuautla “Casa de Morelos”, que fungió como despacho de José María Morelos y Pavón durante el Sitio de 1812, cuando el pueblo se vio rodeado por el realista Félix María Calleja y, contra todo pronóstico, después de 72 días de sitio, el Siervo de la Nación rompió el cero en una de las mayores victorias recordadas en la Independencia de México.
El museo cuenta con dos exposiciones permanentes: la primera, enfocada a la batalla independista; y la segunda, dedicada a la vida y obra del Caudillo. Además, los visitantes pueden admirar varias piezas prehispánicas, halladas durante una de las restauraciones las que se ha sometido el lugar, lo que da cuenta de la actividad humana en la zona mucho antes de la conquista española.
Actualmente, el museo está abierto al público de martes a domingo, en un horario de las 9:30 a las 17:00 horas, con servicio de visitas guiadas para las escuelas que lo solicitan.
Comiendo en el pasado
De todos los restaurantes que se encuentran en el centro de la ciudad, uno que destaca de todos es Las Golondrinas, ubicado en la calle Nicolás Catalán e instalado en el patio de una casa antigua del siglo XVII que llegó a ser utilizada como pagaduría del ejército, hospital, escuela en el año 1941 y, desde hace tres décadas, como el restaurante que es actualmente, con un concepto de fonda mexicana con los platillos típicos de la cocina nacional y que, desde hace una semana, también ofrece pizzas gourmet.