Se podría decir que Tlaltenango es un “pueblo urbano” ubicado en el corazón de Cuernavaca, la capital del Morelos. Forma parte de los 12 pueblos que fundaron Cuauhnáhuac y, a pesar de que su apariencia es de una ciudad, aún mantiene sus costumbres y tradiciones centenarias.
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Se localiza al norte de Cuernavaca y colinda con las colonias Tetela del Monte, Rancho Tetela y Buena Vista; al sur, con el barrio de San Antón y la colonia Carolina; al oriente, con La Pradera y Jiquilpan.
¿Qué significa Tlaltenango?
La palabra Tlaltenango deriva del náhuatl “tlalli” (tierra), “tonan” (relumbrar) y “co” (lugar), que en su conjunto significa “Tierra relumbrosa”.
De acuerdo con los pobladores, el lugar tiene origen desde la época prehispánica; incluso, algunas familias han encontrado vestigios al excavar y los guardan en sus hogares.
Sin embargo, de acuerdo con la historia, este poblado fue fundado por Hernán Cortés en 1521, quien creó un ingenio azucarero, el cual es considerado como el primero en cultivar caña de azúcar y mejoró la economía del lugar al exportar este producto a otros países.
A partir de la llegada de Cortés, este pueblo comenzó a urbanizarse al igual que los otros 12 poblados fundadores de Cuernavaca.
Actualmente, se reconocen por familias; de las originales, prevalecen al menos 10, como los Piedrola, los Alvear o los Rodríguez. Cuando van a una fiesta y dicen “voy con los Alvear”, ya los tienen ubicados y conocen a la perfección.
“Tlaltenango es un pueblo de usos y costumbres. La gente piensa que, como a los pueblos los traga la mancha urbana, ya no son pueblos. Nosotros somos un ‘pueblo urbano’ por decirlo de alguna manera”, refirió el ayudante del poblado.
Este poblado se rige aún por usos y costumbres, una organización comunitaria ancestral para el uso de su territorio, sus recursos naturales y su forma de comunicación.
“La Pajarera” es una tienda de abarrotes con más de 80 años de dar servicio en el poblado. El señor José Alfredo Rodríguez San Ciprián es la tercera generación que se encarga del negocio.
Hace 80 años, era la tienda más importante de la zona norte; acudían a comprar comerciantes de Tetela del Monte, Santa María, Ocotepec, Chamilpa, entre otros.
Don José cuenta que la tienda llegaba hasta la mitad de lo que hoy es la avenida Emiliano Zapata, la cual divide la colonia y es una de las arterias más importantes que conducen al norte de la ciudad. A pesar de que en la creación de la vía la demolieron a la mitad, eso no impidió que dejaran de dar servicio.
Santuario de la Virgen de los Milagros
En el año de 1720, donde hoy se ubica la escuela primaria 18 de Marzo, estaba construido un hotel.
La historia cuenta que unos huéspedes, provenientes del estado de Guerrero, viajaban hacia la Ciudad de México y tomaron un descanso de una noche en aquel hotel.
Cuando iban a partir nuevamente, olvidaron una caja, la cual fue encontrada por los trabajadores de limpieza. Descubrieron que brillaba; la señora Rufina, quien era dueña del hostal, se atrevió a abrirla y descubrió que era la imagen de una virgen, “la Virgen de los Milagros”.
De inmediato llamaron a las autoridades de la Iglesia católica, quienes solicitaron la presencia del obispo de Cuernavaca. La trasladaron en un principio a la Catedral y las personas comenzaron a hacerle peticiones, las cuales cumplió y quedaron registradas. Por esta razón, mandaron construir el Santuario de Nuestra Señora de Tlaltenango, el único en Cuernavaca.
A un lado de este santuario se encuentra la Capilla de San José, que es un monumento colonial construido entre 1521 y 1523, y considerado como la primera capilla de América Continental.
En una de las vitrinas dedicadas a la “Virgen de los Milagros” existen cientos de figurines y cada uno simboliza una petición, algunas que tienen una foto y mensaje:
“Virgencita de los Milagros, te pido por mis nietos, mis hijos y por Misa, que se alivie por favor, y mi nietecito Rafita, hazme el milagrito, gracias, madrecita”.
También hay una pequeña capilla en honor a San Jerónimo, que forma parte del patrimonio cultural de este poblado.
Feria de Tlaltenango
A partir de la aparición de la Señora de los Milagros y la construcción del santuario, también se comenzó a celebrar la Feria de Tlaltenango,.
Este tradicional festejo tiene como eje principal la fe; incluso reciben a visitantes de otros estados de la República, quienes llegan preguntando por el santuario.
El comité de festejos comienza a organizarla desde meses antes del 8 de septiembre, día en el que veneran a la Virgen; el novenario comienza desde el 31 de agosto.
¿Cómo es la Feria de Tlaltenango?
En Emiliano Zapata se colocan cientos de puestos y juegos mecánicos; para ello, este año se coordinaron con el Ayuntamiento de Cuernavaca, la policía vial y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) para que los camiones de carga que son desviados por el Paso Exprés tomen otra ruta.
En este festejo, la calle principal de Tlaltenango se viste de mil colores y de música para festejar a la Virgen de los Milagros. Dicha feria es uno de los eventos más esperados por la población, no solo de Cuernavaca, sino de todo Morelos, e incluso de municipios cercanos del Estado de México.
En esta se pueden encontrar puestos de todo tipo, desde el tradicional pan de feria, hasta venta de cobijas.
Publicado originalmente en 2017 en El Sol de Cuernavaca por Aurelia Torres
