El estudio sobre las nuevas variantes de Covid-19 que circulan en el país por parte del Consorcio de Vigilancia Genómica de México se detuvo debido a que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), no aprobó los fondos para tal fin, afirmó el investigador de la UNAM Alejandro Sánchez Flores, quien forma parte del mismo.
“Estamos a la espera de la resolución del proyecto que planteamos al Conacyt para recibir seis a siete millones de pesos en fondos para el monitoreo de las variantes que circulan en el país, no sólo de Covid, sino también de influenza, y el virus respiratorio sincicial, los cuales causan enfermedades similares”.
Lo cual es preocupante ya que de Covid cada vez surgen más variantes “recombinantes” que impiden que la sexta ola de contagios termine en su totalidad, provocando picos inesperados, pues el virus es capaz de combinarse entre el. Son tres meses que el monitoreo está detenido, dijo Sánchez Flores, impidiendo la contribución al descubrimiento de nuevas vacunas.
“Las recombinantes vienen de ciertas variantes de Ómicron B2, y que a final de cuentas están causando infecciones y reinfecciones en la población; y esta viene de una que surgió hace tiempo como la BA2.75 que en la India tuvo fuerza particular y tomó elementos de otras variantes de BA2 y que pueden infectar, las que tuvimos como la del Perro del Infierno y la Shibalda que vienen de otros sublinajes”.
Estas mismas han evolucionado tratando de sobrevivir en el humano el mayor tiempo posible, ya que no importará si la persona se infectó en el pasado, más aún cuando en México no se tiene vacunas bivalentes capaces de proteger contra nuevas variantes, detalló el especialista.
En 2022 fueron nueve mil 500 las pruebas aplicadas en las variantes que circulaban en el país, no sólo en Morelos, lo que permitió que no se dependiera en su totalidad del extranjero con este tipo de investigaciones.
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