El restaurante La Fragua fue un centro de diversión y encuentro para los jóvenes de hace más de 35 años, que se ambientaba no sólo con el murmullo de las pláticas sino también con los videos musicales proyectados en los grandes televisores dispuestos en el establecimiento.
Verónica Miranda, una excliente del lugar, narra a El Sol de Cuernavaca las experiencias y recuerdos que tiene de ese restaurante que hoy en día sólo queda en la memoria de quienes tuvieron la fortuna de estar ahí.
“Lo que recuerdo de ese bar es que hacían unas pizzas deliciosas y por MTV podíamos ver videos y escuchar música; adoraba ese lugar”, contó. Asegura que probablemente las nuevas generaciones no entenderán lo que es una yarda de cerveza, pues La Fragua fue quien innovó en la manera de servir la bebida en ese entonces.
Y es que hoy en día lo más común es disfrutarla en tarros o en licuachelas o Kittychelas, mientras que las yardas de cerveza eran un contenedor o vaso muy largo, de aproximadamente 91 centímetros, donde se servían las bebidas.
Punto de encuentro favorito
Verónica lamenta no tener muy presentes los precios del menú en La Fragua, pero dice que el sitio era muy accesible para todos los bolsillos, pues siempre había grupos de personas disfrutando y compartiendo el día tras una intensa jornada de trabajo o simplemente pasando el rato en la ciudad de la eterna primavera.
Ahí ella conoció al que actualmente es su esposo: “Mi prima, que era mayor, ahí se veía con su novio que iba con sus amigos. Ella me llevaba de chaperona y por eso ahí nos conocimos”.
Explica que por esa razón recuerda a La Fragua con mucho cariño y nostalgia, porque nunca se imaginó que en un bar conocería a su media naranja.
Contó que en ese tiempo estaba muy de moda la canción y el video de Cindy Lauper, Girls wanna have fun (Las chicas solo quieren divertirse), así como algunos éxitos de Madonna, Hombres G, Michael Jackson y George Michael, entre otros artistas que sonaban en ese tiempo.
“Era un lugar muy modesto, había luces, televisores y una pequeña pista, esa era nuestra diversión en esa época aparte de las discotecas de moda”.
El 'boom' de las pizzerías en Cuernavaca
A su vez, el empresario Antonio Sánchez Purón rememora que hace aproximadamente 20 años en Cuernavaca hubo un boom y fiebre por las pizzerías, en específico lugares italianos, características que poseía La Fragua.
“No iban solo los (visitantes) locales, también iban extranjeros, sobre todo los jóvenes que venían a Cuernavaca a estudiar español en Las Palmas y en Tlaltenango”, detalla.
Menciona que en La Fragua se preparaban pizzas al puro estilo mexicano, pero sin perder el origen italiano, una combinación que las volvía muy deliciosas.
Purón cuenta que además de las yardas, las pizzas y los videos proyectados en los televisores, en el lugar se presentaban grupos de rock que tocaban en vivo para los comensales, pero en la parte de arriba del restaurante: “Yo lo recuerdo como un restaurante ícono de pizzas en Cuernavaca”.
Mientras que otro excliente, Óscar Ibarra, señala que todos los viernes al salir de la escuela junto a su grupo de amigos se iban a La Fragua para pasar el rato en compañía de una buena pizza, una yarda y música de los ochenta, e incluso en vivo, como la del grupo Los Silver Beats, quienes homenajeaban a The Beatles.
Y algo más: La Fragua tenía una bebida llamada “Ofelia especial”, que consistía en vodka con leche y licor de cereza. Pero un día La Fragua simplemente desapareció.
Un escenario para nuevos talentos
Francisco López Gálvez, antropólogo social, recordó que en La Fragua tuvo el privilegio de poder ver en sus inicios a la banda de rock mexicana Café Tacuba, ya aquí inició una época en la que varios artistas pedían a algún restaurante o bar la oportunidad de tocar para sus clientes. Recuerda que cuando tocó Café Tacuba el lugar se llenó y fue una gran noche que ahora guarda en su memoria. También vio la presentación de Los Rastrillos, un grupo de reggae y otras bandas locales, quienes ponían el ambiente en ese tiempo.