Este 9 de octubre se celebra el Día Mundial del Correo, el servicio que hasta el siglo pasado se encargaba del transporte de la correspondencia entre personas, pueblos y naciones, y que hoy prácticamente está en desuso, desplazado por la inmediatez que ofrece el correo electrónico y, con mayor medida, los servicios de mensajería instantánea como Whatsapp, Facebook, Messenger y Telegram.
No siempre fue así. En el pasado, el servicio que ofrecía el correo postal era de suma importancia no sólo en el ámbito personal sino también gubernamental. De acuerdo con el personal administrativo del Ayuntamiento de Cuautla, una de los municipios con mayor actividad política y social de Morelos, la correspondencia terminó por desaparecer en la administración pasada, en el año 2016. Hoy, los documentos importantes que recibe la Oficialía de Partes, como notificaciones y amparos, llegan por mensajería, mientras que la Oficina de la Presidencia aún recibe un promedio de dos correos postales al año.
“Ya todo es más en lo digital”, dice una de las trabajadoras del Ayuntamiento.
Inicio y extinción del correo postal
Si escarbamos en la historia, el primer vestigio del correo postal se encuentra en el antiguo Egipto, específicamente en el año 255 a.C., fecha en la que se ha ubicado el primer documento postal conocido. Aun así se sabe que antes de esa época ya existían servicios postales en casi todos los continentes, con los mensajeros que estaban al servicio de reyes y emperadores.
Actualmente, el correo postal sigue operando con una red de más de 650 mil oficinas y 5.3 millones de empleados en todo el mundo, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas. Sin embargo, las oficinas postales han tenido que adaptarse a los nuevos tiempos y habilitar otros servicios para seguir trabajando. Correos de México, por ejemplo, no se limita al envío y entrega de documentos sino que ha edificado un servicio de paquetería que hace que la gente siga acudiendo a sus oficinas.
“El correo postal está en extinción”, dice una de las trabajadoras de la oficina de Correos de México de Cuautla.
Peligros del correo electrónico y cómo esquivarlos
Aunque el uso del correo electrónico supone indudables ventajas ante el correo postal, como la inmediatez, el ahorro de papel y su accesibilidad, que sea un servicio más ágil no quiere decir que esté exento de peligros: si los mayores riesgos del correo postal eran que las cartas y documentos se entregaran en una dirección equivocada o que se extraviaran en el camino, con un correo electrónico los riesgos más importantes radican en la fuga de información personal.
Aunque los servicios de correo electrónico utilizan filtros para garantizar que abrir nuestros correos sea seguro, uno de los problemas más importantes sigue siendo la posibilidad de recibir archivos maliciosos, que pueden ir desde spyware (recopilación de información para terceros) hasta ransomware (secuestro de datos). Otra constante maliciosa, sobre todo en tiempos de pandemia, han sido los ataques phishing, un conjunto de técnicas que buscan engañar a una persona para ganarse su confianza y, después, hacerse de datos personales para usarlos de forma fraudulenta.
Además de molesto, otra desventaja del correo electrónico es el spam, cuyo último objetivo es hackear nuestros correos enviándonos publicidad, además de deber su existencia a la obtención de direcciones de forma ilegal, a través de otras páginas o blogs.
Para garantizar nuestra seguridad en el uso del correo electrónico existen varios consejos sencillos que podemos seguir. De acuerdo con McAfee, líder mundial en seguridad informática, a la hora de hacer uso de nuestra cuenta se recomienda no abrir archivos que provengan de remitentes desconocidos, así como evitar hacer clic en enlaces cuyas direcciones no resulten confiables, y algo esencial: tener en cuenta que las grandes plataformas nunca pedirán información confidencial por correo electrónico.
Otro consejo valioso es utilizar cuentas de correo electrónico distintas, separando lo importante de los emails comerciales o de suscripciones, así como crear contraseñas seguras; en este último caso, es recomendable utilizar un gestor de contraseñas.