La Palapa: un paraíso dentro de la ciudad

La variedad de cortes de carnes, la música en vivo y su estilo único hicieron de este lugar uno de los favoritos de los cuernavaquences

Maritza Cuevas  | El Sol de Cuernavaca

  · martes 31 de enero de 2023

Música, baile y muy buena comida en La Palapa. / Cortesía

Durante las décadas de los ochenta y noventa, en Cuernavaca existieron restaurantes que ofrecían variedad gastronómica para los comensales. En aquella época, la capital del estado era uno de los destinos predilectos del turismo nacional e internacional, por lo que estos sitios eran muy concurridos y famosos según sus especialidades.

Los restaurantes más reconocidos se ubicaban en el centro de Cuernavaca, pero también en las principales calles de la ciudad como la avenida Plan de Ayala, hasta la fecha, una de las más comerciales.

Ahí se ubicaba La Palapa, un restaurante muy famoso por su estructura, su ambientación y por su variedad de carnes y comida mexicana. Actualmente en este lugar se ubica una tienda de electrodomésticos y una de artículos chinos.

“Recuerdo que ese restaurante estuvo durante los años ochenta, y duró abierto como cinco o seis años. El lugar empezó muy rústico, y después se hizo la palapa de paja, que era más duradera que la palma”, compartió César Salgado, integrante del Grupo Identidad Morelos.

Asegura que este restaurante parecía un paraíso dentro de la ciudad; las mesas y sillas se ubicaban dentro de las palapas, rodeadas de palmeras y otros árboles, además de un pequeño riachuelo con piedras que adornaba perfectamente el lugar. Ese estilo natural te invitaba a disfrutar el clima de la ciudad al aire libre.

“Creo que comí ahí una vez; la mayoría de las ocasiones era ir a comprar la carne ahí para llevar a tu casa y hacer carne asada. Yo me acuerdo mucho de los cortes, ahí conocí por primera vez la arrachera, porque traían la carne del norte, no recuerdo si de Sonora o de Chihuahua, pero era carne especial; y otros cortes que me gustaron mucho fueron el T-bone y Rib eye. Mi papá me mandaba a comprar carne para Las Hamacas y sobre todo para hacer las fiestas en la casa, los bisteces que se aventaban eran increíbles”.

En el grupo de Facebook Lo Nuevo del Viejo Cuernavaca y Morelos, en 2021 el usuario Luis Fernández compartió algunas fotografías del lugar, para que más personas recordaran algunas anécdotas y experiencias que vivieron en ese tiempo dentro de La Palapa.

La Palapa se caracterizó por tener música en vivo de gran variedad, y una de las favoritas del público era la música tropical, ya que era el ambiente ideal para este espacio, con un sonido muy al estilo del famoso grupo Acapulco Tropical.

Además de presentar música en vivo, ofrecía a espectáculos de danza, principalmente polinesia y hawaiana, pues varias agrupaciones de diversas academias solían amenizar las tardes con demostraciones dancísticas.

Por supuesto, el lugar era idea para las reuniones entre amigos o para celebrar alguna fecha o acontecimiento importante.

“Yo fui varias veces a comer ahí. En una ocasión, los médicos del ISSSTE hicieron una comida en La Palapa para festejar el Día del médico, no recuerdo exactamente el año, pero fue muy agradable porque estábamos todos los médicos en una grata convivencia. Yo era médico del IMSS, pero mi esposa si trabaja en el ISSSTE y fui como invitado; el que llevaba la batuta ahí en la fiesta era, el Dr. César Cuata, porque era muy agradable y risueño, la pasamos muy a gusto”, expresó José Luis Magdaleno Gómez, integrante del Grupo Identidad Morelos.

Asimismo, recordó, “Con mis compañeros, los médicos del Seguro Social íbamos en la noche cuando salíamos del consultorio y pasábamos a cenar, recuerdo que Mery Ganem era la gerente y que nos hacía un 10 por ciento de descuentos. Lo recuerdo como un lugar muy agradable”.

Sin duda, los recuerdos apuntan a que este restaurante brindaba un agradable ambiente familiar, donde los asistentes podían disfrutar del clima y la naturaleza, mientras degustaban un delicioso corte de carne de la mejor calidad, amenizado con música o show de danza.



Las carnes y las papas gratinadas ufff; me acuerdo que tocaba un tecladista, creo Pablo César, muy bueno

Mauricio Reyes