Hace muchos años decidí irme de viaje casi a ciegas. Visité a un amigo en Guanajuato, tomamos el coche y nos fuimos a la aventura.
El fin era conocer la Sierra Gorda, una reserva de la biósfera localizada en el centro del país. Nos encontramos en una carretera serpenteante y de pronto la Sierra se mostró soberbia. Es uno de los recuerdos más bellos que tengo.
El sol le pegaba al amanecer de cierta manera que las montañas se veían resplandecientes. La Reserva de la Biosfera Sierra Gorda protege casi el 32 por ciento de la superficie del estado de Querétaro y está enclavada en la Sierra Madre Oriental.
En ella se encuentran diferentes tipos de vegetación: selva baja caducifolia, bosque templado, bosque de niebla, bosque de galería y matorrales xerófilos. Estos ecosistemas son contrastantes, desde muy secos hasta muy húmedos.
Es una reserva de suma importancia para la conservación de diferentes especies, es la segunda en México con mayor diversidad y que en realidad es muy accesible para quienes vivimos en el centro del país. Ha sido reconocida por su actividad ecoturística.
Además, esta región fue importante también en términos históricos en época de la Conquista, ya que aquí se establecieron cinco misiones Franciscanas construidas alrededor de 1755.
En aquel viaje visitamos varios parajes como la Cascada El Chuveje, una de las más altas del país con 30 metros de caída, ahí acampamos y la verdad es que hay que ir muy bien preparados ya que hace mucho frío y las probabilidades de lluvia son altas.
Visitamos también el Río Escanela y el mágico Puente de Dios. Ese recorrido por la orilla del río te permite apreciar a varios de los habitantes naturales de la Sierra, desde insectos coloridos hasta anfibios.
Después fuimos al mirador Cuatro Palos que regala una vista extraordinaria de la Sierra y la cicatriz que forma en la tierra, los atardeceres no tienen igual. Al igual que muchas áreas naturales protegidas del país, las amenazas latentes son la deforestación, cambio de uso de suelo que encrudecen el cambio climático, pero no es solamente la biodiversidad la que se ve amenazada.
En esta área, hay 638 comunidades que viven en la pobreza por lo que es importante conservar para generar oportunidades de desarrollo.