Desde muy pequeña, Leslie Cortés Bustos desarrolló el gusto por la música, pero no cualquiera, sino la de mariachi. Y es que esta actividad es toda una tradición en su familia, pues su bisabuelo, su abuelo y su padre han sido parte de diferentes conjuntos musicales.
“Solo me dedico a esto y fue aprendiendo con mi papá, mis tíos y otros familiares. Esto significa para mí todo, tradición, amor y a veces también dolor porque en ocasiones acompañamos a las personas cuando alguien fallece y sentimos su dolor también”.
La atracción que Leslie sintió fue tal que rápidamente aprendió a tocar el guitarrón y después se ganó un lugar en el reconocido mariachi Llamarada de Cuernavaca, que ha tenido presentaciones en diversos sitios de la ciudad. Desde los 20 años comenzó a tocar y lleva ya cinco años haciéndolo.
“El grupo lleva ya más de 20 años y yo he tenido muchas oportunidades, pero este oficio yo lo amo y cuando haces algo que amas eso no es trabajo. Tuve varias oportunidades, incluso fuera del estado de Morelos como Baja California, pero aquí es donde me gusta estar”.
Lo que más le apasiona a Leslie de tocar es la emoción que se siente al formar parte de un conjunto como en el que participa.
“Amo sentir la emoción de la gente y como decíamos el dolor, la angustia o la tristeza”, aseguró
Durante el último año sus ingresos se vieron mermados por la pandemia, pues hubo meses en los que no pudieron tocar en ningún evento social, pero ahora se siente alegre de que la situación haya cambiado y pueda seguir disfrutando de lo que más le gusta, tocar en el mariachi.