Desde la llegada del empresario Elon Musk a Twitter, a fines de octubre, la empresa de telecomunicaciones estadounidense parece estar navegando sobre un mar de constantes olas. Entre despidos masivos, renuncias de sus directivos y desarrolladores y decisiones que no dieron el resultado esperado, millones de usuarios de todo el mundo se preguntan cuál será el destino de la red social.
En 2020, durante una conferencia, Jack Dorsey, en aquel entonces director general de Twitter, presentó a un invitado sorpresa: el magnate sudafricano fundador de SpaceX y CEO de Tesla, Inc. La aparición del multimillonario causó furor entre el público, aunque en ese momento pocos se esperaban que la compra de la plataforma del ave azul ya empezaba a cocinarse a fuego lento.
Para el 4 de abril de 2020, Musk, un usuario muy activo en Twitter, se convertiría en el mayor accionista de la compañía tras adquirir el 9.2 por ciento de las acciones. A continuación, la junta directiva de la empresa le hizo una oferta al célebre ingeniero: un puesto en el directorio de la empresa con un límite del 14.9 de la participación en la compañía, una que Musk rechazó y que dejó ver su intención de ir por más.
Dio el paso decisivo el 14 de abril, cuando lanzó una primera oferta por 43 mil millones de dólares. La compra terminó por concretarse por la suma de 44 mil millones de dólares.
La era de Musk
La era Musk comenzó a fines de octubre pasado. En sólo unas semanas, este periodo se ha caracterizado por despidos masivos (despidió casi a la mitad de los 7,500 empleados con los que contaba la empresa), renuncias de directivos e ingenieros y una decisión que mostró la vulnerabilidad de un empresario que parecía inequívoco: que puede equivocarse.
Al llegar a la empresa, Elon anunció la implementación de la modalidad de verificación de pago, con la que cualquier usuario podría verificar su cuenta con el conocido símbolo azul por una suscripción de ocho dólares al mes. Ocurrió lo inevitable: los usuarios se hicieron pasar por compañías del tamaño de Pepsi pagando la suscripción a Twitter Blue, lo que hizo que la plataforma diera marcha atrás al menos temporalmente.
Si bien el escenario actual podría sugerir una caída en picada para la plataforma, los especialistas dudan que haya otra que logre suplantarla.
Las alternativas
Mastodon: aunque funciona de forma similar a Twitter, no se trata de una sola red social, ya que está dividida en distintos servidores. Al darse de alta, los usuarios elijen un servidor para su cuenta, lo que puede limitar la comunicación al grado global en que ocurre en Twitter.
Tumblr: Fundada en 2007, es una de las redes sociales más longevas. Actualmente, la plataforma funciona como una red social al estilo Twitter y un blog, permitiendo que los usuarios publiquen contenido multimedia y se sigan entre sí.
Diaspora: También basada en servidores descentralizados, esta red social creada por estudiantes del Instituto Courant de Ciencias Matemáticas se basa en una filosofía de libertad y privacidad, dando la opción de que los usuarios elijan los datos con los que quieren registrarse y prometiendo no utilizar el servicio para otros motivos que no sean estar en comunicación con el público que cada persona elija.
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