Harry’s fue sinónimo de fiesta y diversión

Este icónico bar en pleno centro de Cuernavaca fue testigo de noches inigualables y grandes anécdotas

Valeria Díaz | El Sol de Cuernavaca

  · lunes 5 de diciembre de 2022

El bar abrió a mediados de los 80 y nunca dejó de ser la sensación gracias a su excelente ubicación e inigualable ambiente. / Cortesía | Lo viejo y nuevo de Cuernavaca

Las noches de música y diversión que se vivieron en Harry's Grill Cuernavaca no se han olvidado; cobran vida cuando, quienes disfrutaron de él, pasan por este emblemático lugar ubicado en la calle de Gutbenberg, en el pleno corazón de Cuernavaca, pues de acuerdo con algunos clientes: “lo tenía todo”.

Las nuevas generaciones seguramente no saben de qué se trata, pero estamos hablando de uno de los sitios que albergaba grandes fiestas. Actualmente, el edificio ubicado a un lado del estacionamiento de una plaza comercial se encuentra abandonado. El bar abrió a mediados de los 80 y nunca dejó de ser la sensación gracias a su excelente ubicación e inigualable ambiente.

Harry’s Grill era fácil de identificar. En la parte superior del establecimiento se ubicaban seis reflectores que iluminaban el letrero con el nombre del lugar y otros seis en frente. Hoy las luces ya no alumbran este lugar.

Pepe Manzo trabajó en este bar durante 15 años. Aseguró que lo mejor era que no había un código de vestimenta como en la mayoría de los bares de la ciudad en aquel entonces. Este sitio era ideal para precopear previo a una noche de antro en Cuernavaca. "Casi siempre los viernes era ir a Harry's y después a un antro como Juárez".

Y aunque los días fuertes eran los viernes y sábados, entre semana también acudían clientes en busca de un “desestrés”, sobre todo los martes de 2x1.

En esa época era muy común que las mujeres tomarán una bebida llamada Poseidón, cuya base alcohólica está hecha con ginebra, la cual le da el color característico azul, tequila, vodka y ron, además de Curasao azul, refresco de sabor lima limón, agua tónica y jugo natural de limón, mientras que los jóvenes tomaban yardas de cerveza.

Pero en este lugar no sólo había buenos tragos, también comida y snacks para compartir, pero lo más característico eran las costillas a la barbecue.

Otro de los grandes aciertos de este lugar era su amor por los deportes; aquí se disfrutaba de partidos de futbol y encuentros deportivos de cualquier especialidad.

En aquellos tiempos la inseguridad no era un tema que preocupara tanto a los jóvenes, pues cada que ocurría algo por la noche, eran casos en los que solo afectaba directamente a los delincuentes, pero Cuernavaca siempre había sido una ciudad que vivía de noche.

Luis, otro fiel cliente de la vida nocturna en Cuernavaca, recordó que también acudían bandas de rock, pero generalmente había un DJ que mezclaba música demoda. David Guetta, Bob Sinclar, y Belanova era lo más sonado.

Junto con su cierre en los dos miles, las noches de fiesta en Cuernavaca se fueron, quedando solo las anécdotas que hoy muchos padres les cuentan a sus hijos.

Este sitio era ideal para precopear previo a una noche de antro en Cuernavaca. / Cortesía | Lo viejo y nuevo de Cuernavaca




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