“Le he pedido una muñeca”, dice Dulce mientras redacta una breve carta dirigida a los Reyes Magos. Acompañada de su madre, la pequeña de 10 años acudió la mañana de ayer al Servicio Postal Mexicano que se ubica en el centro de Cuernavaca para enviar su solicitud de manera “formal”, pues confiesa que en su casa también hizo una pequeña carta en la que pidió algunas cosas y agradeció otras.
En la oficina del Servicio Postal, ubicada a un costado de Palacio de Gobierno, es mínima la afluencia, relata Inocente Musito López, administrador de dicha oficina. Comparado con hace diez años la llegada de menores que van a dejar su carta a los Reyes Magos o Santa Claus ha disminuido hasta en más del 60 por ciento.
“Si hay afluencia, pero muy poca, más que nada los papás han venido a pedir información, es igual que en años anteriores, pero antes las escuelas traían a los niños y era bastante la afluencia, ahorita por lo que ven en Facebook, pero es poca la difusión”.
Los menores que habitan en la zona norte de la capital son quienes suelen acudir mayormente; los más entusiasmados en visitar las oficinas, los de 7 a a10 años. De acuerdo con Mustio, son los instrumentos tecnológicos los más solicitados por los menores, como tabletas electrónicas, teléfonos celulares, videojuegos, pero también hay quienes piden salud, felicidad y bienestar para sus familiares.
“Una vez que los pequeños depositan la carta en el buzón se hace llegar a los Reyes Magos, luego en un lapso de tres días les contestan por medio del correo en sus hogares por eso es importante que pongan bien su dirección”.
Dulce piensa un momento en como iniciar la carta: “Queridos Reyes Magos”, decide iniciar y luego de algunas líneas la termina para pegar la estampilla del frente y luego comienza a doblarla para depositarla en el buzón colocado en una de las esquinas de la oficina