El Día Muertos no tiene origen del México prehispánico, sostiene el Instituto de Antropología e historia (INAH, ya que asegura que sin darnos cuenta, los mexicanos le hemos dado un origen diferente.
Elsa Malvido, investigadora del INAH señaló que el camino de flores de cempasúchil que, según nuestras creencias funciona como guía de los difuntos a la ofrenda, no es más que un invento de los católicos.
La investigadora del INAH asegura que a diferencia de lo que acostumbramos, conmemorar a nuestros difuntos dos días, las culturas prehispánicas dedicaban un mes completo; además realizaban infinidad de sacrificios humanos, situación que por supuesto no coincide con nada de lo que hacemos hoy en día.
Antes, las “ofrendas” estaban adornadas con cráneos (y no precisamente de azúcar), situación que se relaciona con Tzompantli, el altar de aquella época para honrar a sus muertos; las velas que ahora encendemos para “alumbran el camino de las almas” nada de esto tiene que ver con la tradición de nuestros antepasados, y más bien es la herencia de la colonización al ser tradiciones de origen europeo.
Asimismo, los dulces, el pan, el “recuerdito”, la fotografía, son detalles que poco a poco por la religión o costumbres se han ido implementando a esta celebración con el paso de los años.
Es importante rescatar nuestras tradiciones, y también innovar, pero lo que no se vale es desconocer sus verdaderos orígenes.
Con información de El Sol de México