En los próximos días distintos municipios de Morelos tendrán su tradicional carnaval, donde por supuesto no puede faltar el tradicional brinco del chinelo.
Es una realidad que a los carnavales suelen acudir muchos turistas del estado y del país, sin embargo, en medio de la música, el baile y la fiesta, siempre es importante saber sobre la historia detrás de esta gran celebración.
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Conoce el origen del Chinelo
Armando Josué López Benítez explica en "El carnaval en Morelos: de la resistencia a la invención de la tradición" que, el brinco del chinelo tuvo su origen en el municipio de Tlayacapan durante el siglo XIX.
Menciona que en esa época los carnavales tenían la peculiar característica de que sólo eran celebrados por las personas hacendadas del municipio, sin permitir la participación de lo trabajadores que, en condiciones de esclavos, siempre se encontraban laborando.
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Fue hasta el año de 1867 cuando se realizó la primera celebración de un carnaval por trabajadores temporales de las haciendas, quienes al disponer de un poco de tiempo, organizaron su propio carnaval.
López Benítez menciona que en un inicio la manera de vestirse de los chinelos era cubriendo sus cuerpos con ropa vieja y rota; pantalones raídos y sucios, llenos de parches.
Con el tiempo esta práctica fue evolucionando como una forma de manifestar su inconformidad por las condiciones laborales en las que los tenías, burlándose de los hacendados caciques, exagerando sus facciones y vestimentas.
El primer brinco del chinelo
En el trabajo de investigación de López Benítez se informa que existen dos documentos que acreditan el registro del primer brinco del chinelo en el municipio.
El primero es una carta firmada por el presidente de Yautepec en turno del año de 1872, donde informa al presidente de Tlayacapan sobre una cuadrilla que "ridiculiza a varios personajes de respetabilidad". Por lo que solicita que el edil de Tlayacapan expida un reglamento para las cuadrillas de chinelos.
El segundo documento es una carta del cura local, quien recrimina al presidente municipal de Tlayacapan el no haber considerado las medidas que solicitó el edil de Yautepec.
Nace un nuevo carnaval
A partir de entonces, no sólo en Tlayacapan, sino que en otros municipios y estados nació una nueva forma de realizar los carnavales. Uno donde no participaban los caciques locales, sino uno donde se integraba el pueblo en general.
Con el paso de los años, el brinco del chinelo comenzó a hacerse popular, y en distintas zonas del país comenzó a realizarse, y aunque cada localidad aportaba su sello distintivo, el objetivo de la sátira hacía los hacendados jamás se olvidó.