Claudia Sheinbaum informó que sostiene un encuentro con especialistas del Servicio Sismológico Nacional, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto Politécnico Nacional y de Protección Civil a fin de tener más certeza sobre la sismicidad registrada en la capital mexicana.
No obstante, el SSN emitió un comunicado de prensa en donde adelantó cuáles podrían ser las posibles causas.
Antes que nada, recordó que la Cuenca de México, donde se encuentra la Ciudad de México, está ubicada sobre uno de los más importantes rasgos fisiográficos del país: la Faja Volcánica Trans-Mexicana (FVTM), la cual abarca desde el Golfo de México hasta el océano Pacífico en dirección E-W y es una de las más importantes prominencias topográficas de México.
En la FVTM se localizan edificios y remanencias volcánicas entre las que se encuentran las cimas más altas y los volcanes más activos de México.
La Cuenca de México se localiza en la parte central de la FVTM y está completamente rodeada por montañas donde dominan los edificios volcánicos más importantes como:
... el Popocatépetl (actualmente en actividad), el Iztaccíhuatl, el Ajusco y en el Estado de México, el Nevado de Toluca.
La Cuenca tiene una forma alargada con orientación N-S midiendo aproximadamente 110 km en su eje mayor mientras que en su eje menor, con orientación E-W, mide aproximadamente 80 km.
El SSN agregó que en cuanto al origen de los sismos en la región, se piensa que son generados por el reactivamiento de antiguas fallas. También se considera que estos eventos pueden ocurrir como resultado de la acumulación de tensión regional o que el hundimiento del Valle de México podría originar tensiones que, si bien no generan propiamente a los sismos, sí pudieran dispararlos (Havskov, 1982).
También existe la hipótesis de que los grandes sismos generados en la costa pudieran dar lugar a condiciones de desequilibrio y desencadenar sismos locales (Singh et al. 1998).
La Cuenca de México tiene una geología y tectónica compleja, por lo cual no es de extrañarse la ocurrencia de sismos de pequeñas magnitudes en la zona.
Aclaró que la ocurrencia de sismos en la Cuenca de México no es excepcional. Hasta la fecha no se cuenta con técnicas científicas en ninguna parte del mundo que puedan determinar cuándo ocurrirá un sismo, tampoco se puede saber qué tan grande será.
Estar informados acerca de estos fenómenos naturales será de gran utilidad para mitigar el riesgo sísmico en caso de un evento de magnitud considerable