El verano es una de las estaciones favoritas para los mosquitos, ya que la combinación entre humedad, ambiente cálido y ciertos olores que emana el cuerpo humano son el escenario perfecto para darse un festín por las noches.
¿Qué los atrae?
Estos insectos son muy susceptibles y capaces de detectar olores de pies, axilas y piel producidos por las bacterias de la piel a 15 metros de distancia, también pueden percibir el dióxido de carbono que exhalan los humanos y con ayuda de sus antenas siguen este rastro para picar a su siguiente víctima.
¿Por qué nos pican?
Los mosquitos son selectivos y las razones más comunes por las que suelen picar a un humano (además del hambre) son por su olor corporal, los alimentos que consumen y los productos de higiene que utiliza, por ejemplo, cremas corporales, shampoo, detergente o suavizante de ropa, perfumes, entre otros.
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También se fijan en el tipo de sangre, es decir, se inclinan más por tipos de sangre distintivos como el O, y por aquellas personas que tienen altos niveles de glucosa.
La picadura, su modus operandi
Los métodos de ataque de un mosquito son difíciles de explicar, sin embargo, usan los receptores gustativos de sus patas para "tantear" el cuerpo y decidir qué zona del cuerpo van a picar.
Después clavan su probóscide (pico) para alimentarse de la sangre al mismo tiempo que inyectan su saliva, es por eso, que el cuerpo humano reacciona generando un bulto y picazón. En otros casos, el mosquito está infectado por una enfermedad que puede transmitir a los humanos (a través de la saliva) como el dengue, zika o chikungunya.