En agosto del año 1987 arribó a Tepoztlán un lugar que se volvería enigmático para el Pueblo Mágico por su peculiar sazón y atención: "La Sandía Azul", cuyo nombre tomó inspiración de la pintura ',Viva la vida' de Frida Kahlo, en la cual, retrata este alimento, mientras que el azul surgió en una plática entre amigos-socios.
Al recordar sus inicios, Eduardo Tajonar dueño del lugar, dijo que él y un socio suyo arribaron al Pueblo Mágico en aquellos años y el lugar se les hizo el ideal por "su entorno y porque lo conoce desde niño".
"Con el socio y un grupo porque tenía una tienda, y empezaron a salir los nombres hasta que la Sandía Azul, se nos hizo muy original", expresó Eduardo.
El lugar inició en la Avenida Revolución en el corazón de Tepoztlán, pero a raíz de la pandemia se trasladaron a un costado de la carretera federal que va hacía Cuernavaca, a unos metros de la 'Glorieta del Chinelo', justo en la entrada.
Eduardo recordó que fueron de los primeros en apostar para invertir en un restaurante en Tepoztlán en aquellos años cuando aún era, como el lo denominó, "un Pueblito Mágico" y no el lugar que recibe a cientos de miles de turistas cada día.
En sus inicios, dijo, "le hacían como podían" para que la gente pudiera pasar.
Un toque muy particular, y que Eduardo Tajonar así lo reconoce, es la atención tan especial que le dan al cliente, porque ésta, en palabras de Eduardo, "es primordial".
Entre los platillos que se pueden encontrar están la enchiladas verdes y de mole, un gran número de sopas, entremeses, tampiqueñas, cecina, pero además los propios del lugar como el mole "Tepozteco", pechugas"Popocatépetl", pollito "Sandía" entre muchos otros más.
El lugar está abierto los viernes de 12:00 a 19:00 horas y los sábados y domingos de 10:00 horas a 19:00 horas.