Boeing reportó este miércoles una caída a tasa anual de ocho por ciento en sus ingresos del primer trimestre del año.
El resultado representa la primera contracción en ingresos para la compañía en casi dos años, esto en el marco de una crisis que vive la compañía por el accidente aéreo que sufrió uno de sus equipos propiedad de Alaska Airlines a inicios de año.
El pasado 5 de enero, un avión de Alaska Airlines perdió una puerta en pleno vuelo, por lo que la Administración Federal de la Aviación (FAA) impuso a Boeing un límite a la producción de los 737 MAX, los aviones más vendidos de la compañía.
Dave Calhoun, CEO de la empresa que dejará el cargo a fines de año, reconoció que los resultados del primer trimestre reflejan las acciones inmediatas que se tomaron para desacelerar la producción del 737 MAX con el fin de impulsar mejoras en la calidad.
Nos tomaremos el tiempo necesario para fortalecer nuestros sistemas de gestión de calidad y seguridad y este trabajo nos posicionará para un futuro más fuerte y estable señaló el directivo en el reporte enviado a inversionistas.
Pese a este resultado, la pérdida de Boeing en el primer trimestre del año fue de 355 millones de dólares, menor a los 425 millones registrada en el mismo periodo de 2023.