En Morelos hay gente creativa, trabajadora, comprometida y dispuesta a ponerse la camiseta por su empresa. El personal de servicio es cálido, amable, sonriente y platicador, opina Rodrigo López Laguardia, presidente de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios de Morelos (Canaco-Servytur).
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Comenta que al ser un estado atractivo para los turistas la calidad del personal es indispensable para que no dejen de venir. “Muchos se ponen la camiseta para salir a trabajar y dar la cara por las empresas o negocios, se levantan a las cinco de la mañana con una sonrisa para que el cliente jamás note que se desveló o que hay problemas en la empresa”, asegura.
López Laguardia tiene la certeza de que los morelenses cuando disfrutan su trabajo se refleja en la clientela, su estado de ánimo y el cómo se expresan del lugar en el que laboran.
A pesar de que el comercio ambulante no es bien visto por la iniciativa privada, reconoce que son gente de trabajo y amigable con los visitantes, dispuestos a ser hasta guías de turismo cuando se les pregunta a dónde ir o comer en Morelos.
“Los artesanos, recepcionistas y empleados en general a quienes también se les pregunta, siempre tienen una respuesta o sugerencia”, agrega.
Para aquellos que tengan en mente poner un hotel, restaurante o establecimiento, el personal al frente debe ser activo, disciplinado y servicial para quedar en la memoria de los visitantes, aconseja.
La asociación civil México, ¿cómo vamos? dice que los morelenses producen entre 108 y 110 pesos por hora trabajada, cifra que no está tan lejos del promedio nacional de 115 pesos.
Asimismo, señala que la desigualdad en el ingreso laboral se encuentra a la baja con 0.31 por ciento, es decir, cada vez se mejoran las condiciones de remuneración de las jornadas de los morelenses.
En el sector de la construcción, por ejemplo, aun cuando la mano de obra es más barata que en estados aledaños a Morelos como Ciudad de México o Puebla, los albañiles trabajan en promedio siete horas de lunes a sábado, mientras que los sábados la jornada concluye a las 14:00 horas, indicó Armando Núñez Iragorri, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (Cmic).
Comenta que un albañil o maestro de obra en la entidad gana en promedio tres mil 500 pesos a la semana, mientras que el mismo trabajo pero en la Ciudad de México alcanza hasta los cinco mil pesos. “Los morelenses son todólogos, le hacen de todo y son gente muy trabajadora”, destaca el empresario.
Hay talento y actitud
Núñez Iragorri menciona que los múltiples talentos de los morelenses son lo que les permiten hacerse de más trabajo y ganarse la confianza de los arquitectos e ingenieros.
Explica que por sus características, el trabajo en la construcción demanda tiempo y esfuerzo físico, pero ni el calor o el sol hacen que el ánimo y buena vibra de los trabajadores se apaguen.
Relata lo común que es escuchar a los trabajadores de la construcción cantar a la par de sus artistas favoritos en bocinas que instalan en las obras para amenizar la ardua jornada.
Iván Castro, director de manufactura en Bridgestone México, opina que parte del éxito que tienen en la empresa se debe a la mano de obra morelense, una fuerza laboral que está calificada y dispuesta a adaptarse a las circunstancias tecnológicas e incluso de seguridad, tal y como ocurrió durante la pandemia por Covid-19.
“Gracias a que contamos con colaboradores tan especializados en la empresa hemos logrado operar la planta en México de manera eficiente, de hecho la planta en Cuernavaca es una de las más relevantes para la corporación”, puntualiza.
Detalla que mil 200 morelenses trabajan en la planta y agrega que la corporación encontró en la entidad la eficiencia e inteligencia de su gente.
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