Después de las fiestas navideñas y de fin de año llega la cuesta de enero, también conocida como la "resaca financiera", por eso, para no empezar con el pie izquierdo y con deudas es recomendable evitar los gastos innecesarios, ser prudente con las tarjetas de crédito y trabajar en la cultura del ahorro.
Carlos Flores, asesor de educación financiera en la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) en Morelos, explica que diciembre es una época de alto consumo y eso implica mayor flujo de efectivo con el aguinaldo que por ley debe recibir cada empleado, de acuerdo con el Artículo 87 de la Ley Federal del Trabajo.
Considera que al recibir esta prestación las personas debieron planificar sus gastos, teniendo presente que representa el esfuerzo de todo el año y eso debiera servir para una mejor vida y bienestar.
“La recomendación es evitar malgastarlo, sobre todo en compras de temporada, creando falsas necesidades y deseos; pero cuando llegue la realidad en enero nos vamos a dar cuenta que no lo requeríamos, no lo necesitábamos, o que solamente fue un impulso”.
Es por ello que el experto en educación financiera aconseja que parte del aguinaldo lo destinen al pago de deuda de créditos que hayan contratado a lo largo del año o cualquier otro gasto que no se haya cubierto en tiempo y forma.
Lo ideal, agrega, es destinar el 35% del aguinaldo al pago de deudas; otro porcentaje para cubrir gastos fijos de casas (agua potable, servicio de telefonía, internet etcétera) o aprovechar los beneficios que ofrecen las empresas por pago anual, pues muchas veces representa un ahorro del 10% o un mes completo.
Carlos Flores detalla que en esta época suele haber compras por impulso, ya sea por posadas o intercambios, lo que genera irresponsabilidad en la utilización de tarjetas bancarias o del dinero en efectivo.
“(Hago) un llamado a la mesura, a tomarnos el tiempo necesario (para pensar) y evitar hacer compras por impulso, (debemos) analizar deseos contra necesidades para no llegar a enero con cosas que no requerimos”.
Enfatiza que desafortunadamente la cuesta de enero se prolonga hasta marzo o mayo y, en algunos casos, medio año, por los gastos que hicimos en fin de año. Y es que, añade, este tipo de gastos generan la denominada "resaca financiera" y en enero se vuelve a la realidad, esperando con ansias que llegue la primera quincena del mes.
Si la cuesta de enero se está poniendo difícil, expone, una recomendación es que aquellos regalos navideños o de intercambio que no te gustaron o te sirven, los pongas a la venta para recuperar, aunque sea, un poco de efectivo.
“Otro consejo es evitar endeudarnos con la tarjeta de crédito, ya que las previsiones económicas son inestables para el país, lo que implica que la tasa de interés interbancaria de equilibrio que es la tasa base de referencia sigue siendo alta, en 11.25%, con lo cual los créditos se encarecen”.
Finalmente, Flores sugiere contar con una cultura financiera, tomar los ahorros como columna vertebral, planificar nuestro presupuesto, no solo verificar ingresos o gastos y tener una capacidad de pago.
Puedes iniciar ahorrando un 10% de tus ingresos a tu cuenta de ahorro (Afore) y darle seguimiento para que al final del año obtengas una ganancia y así puedas contar con un recurso extra.
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