Cuernavaca es un destino turístico por excelencia y no es por nada que sea llamada la Ciudad de la Eterna Primavera; aquí puedes encontrar no sólo un clima maravillosa y único, así como lugares llenos de historia, sino también todo tipo de recuerdos para que nunca te olvides de ella, como el negocio del morelense Alfredo Castelo.
Por su denominación, la capital del estado cuenta con gran variedad de negocios y plazas, principalmente en el Centro Histórico, que ofrecen artesanías nacionales, pero la gran diferencia con el negocio de ropa típica mexicana que encabeza Alfredo Castelo es la atención, los precios y el lugar, siendo su vecino uno de los sitios más emblemáticos, la Catedral.
Desde hace más de dos décadas en la Plaza de las Artesanías, sobre calle Hidalgo, existe un local donde puedes encontrar todo tipo de artículos mexicanos para vestir, desde blusas y camisas bordadas, prendas de manta, vestidos, huaraches, hasta mochilas de sarape.
Alfredo Castelo es el dueño de este negocio que ha pasado de generación en generación, estando presente, pese al tiempo, el gusto de su familia por dedicarse a la venta de productos mexicanos, hechos por manos 100 por ciento mexicanas.
Si bien no recuerda con exactitud cuál fue el motivo por el que su familia se dedica a este giro, si está seguro de la satisfacción que trae consigo, teniendo la posibilidad de generar un mayor desarrollo económico en el país al saber que no está comprando y vendiendo artículos de otras partes del mundo, sino que demuestran sus raíces.
Y es que toda la ropa típica que vende la trae de estados como Oaxaca, Puebla y Chiapas, representando la belleza de dichas regiones y los diseños artesanales de manos mexicanas, que muestran un poco de su cultura e historia en este tipo de artículos, que hoy en día no solo compran los turistas sino también ya los mismos residentes, quienes han comenzado a utilizarlo como ropa de diario.
Pandemia los obliga a empezar de cero
Al ser un negocio de tradición, ubicado en una plaza muy conocida de la ciudad, las ganancias del comerciante morelense eran muy buenas en épocas precovid, alcanzando, en temporadas altas, hasta el 100 por ciento de ventas.
Refirió que esto se debía a que Cuernavaca contaba con una mayor presencia de turistas de todas partes del mundo, interesados en llevarse ese “recuerdo” del estado y de la ciudad.
De hecho, el mes de diciembre (como podría considerarse) no era su mejor temporada, sino en enero cuando el repunte de ventas iniciaba; entre el 10 y 15 de enero hasta finales de mes sabía que debía prepararse y llenar su negocio porque las ganancias llegarían al cielo, en especial porque calle Hidalgo es una zona a visitar siempre en cualquier viaje.
La Catedral es el imán y la Plaza de Artesanías está siempre lista para ofrecerles todo aquello que buscaban o no sabían que necesitaban pero les gustó, los 10 minutos que les dan en los tours para visitar los locales de artesanías es suficiente y benéfico para Alfredo Castelo.
Sin embargo, ante la llegada del virus SARS-CoV-2 y por ende de la pandemia, este negocio con historia en Cuernavaca tuvo que cerrar alrededor de ocho meses como parte de las medidas para prevenir contagios, en especial en el Centro Histórico.
“Todo estuvo detenido y hasta por agosto, más o menos, fue cuando empezamos a activar pero del año pasado, del 2021”.
Esto se tradujo para Alfredo Castelo en pérdidas económicas severas de hasta un 100 por ciento debido a que no pudo ofrecer su mercancía al público, ya que el uso de medios digitales no era una opción que hubiera aplicado previamente, al ser un negocio que necesita mantener una cercanía de primera mano con sus clientes.
Hoy el panorama es distinto, puesto que al observar los beneficios que trae consigo en una época tan complicada como ha sido la contingencia sanitaria, lo está considerado viable para llegar a un mayor número de clientes y no padecer este tipo de situaciones, si es que Morelos vuelve a retroceder en el color del semáforo epidemiológico.
Frente a los cambios en el color del semáforo epidemiológico, la Plaza de las Artesanías abría y volvía a cerrar, patrón que se estuvo efectuando por más de un año, por lo cual fue hasta el pasado mes de agosto de 2021 que Alfredo pudo estabilizar su negocio, pero tuvo que iniciar prácticamente de cero.
“Por la incertidumbre de contagios tuvimos que seguir cerrados hasta agosto de 2021, cuando empezaron a repuntar las ventas y las instrucciones, sobre todo del Ayuntamiento que tuvo las medidas más estrictas en el centro, se relajaron y nos permitieron mantenernos abiertos”.
Una gran ventaja de su negocio es que cuenta con artículos no perecederos, aunque sí reconoció que enfrentó algunos problemas para obtener nuevos productos, ya que a raíz de las medidas de aislamiento el transporte de mercancía al estado se vio disminuido. Con el paso del tiempo ha comenzado a acoplarse y por el mes de octubre todo se estabilizó.
A partir de este momento las ventas comenzaron a subir, registrando actualmente, en comparación con temporadas pasadas, entre 50 a 60 por ciento, lo cual considera como “nada mal”.
Los negocios del centro no sólo sufren por Covid-19
Con más de 20 años en este espacio, Alfredo Castelo recordó que en los buenos tiempos del primer cuadro de la ciudad era mucho menos conflictivo y los servicios públicos estaban a la orden del día, lo que actualmente ha quedado solo como una añoranza de aquellos extraordinarios momentos donde sus ventas llegaban hasta el 100 por ciento.
Al día de hoy considera al centro como muy conflictivo ante las múltiples manifestaciones que aquí se registran, aunado, a que los problemas son mucho más agudos, como es la escasez del vital líquido, que catalogó como incoherente al ser Cuernavaca un lugar turístico donde deberían tener agua, en especial en medio de una pandemia global cuando tienen que mantener todo limpio.
Desde hace cinco días, Alfredo Castelo padece la falta de agua potable y si bien, afirmó, comenzaron a mandarla es a cuentagotas y sin presión.
La presencia del Covid-19 ha perjudicado de forma económica, social, personal y de salud a las y los morelenses; no obstante, el comerciante se mantiene confiado en que poco a poco pueda estabilizarse esta situación y a su vez reestablecer la llegada de turistas y por ende de ventas para su negocio de ropa típica mexicana.
“A los clientes les digo que estamos con las puertas abiertas y estamos dando buenos precios y estamos abiertos. No sé si dentro de unos días nos den las instrucciones de que cerremos, pero aprovechen ahorita”.
El negocio de ropa típica mexicana de Alfredo Castelo se ubica en la Plaza de las Artesanías sobre calle Miguel Hidalgo, colonia Centro, justo enfrente de la Catedral de Cuernavaca, es una pequeña plaza que llama la atención por sus colores y productos mexicanos. Su horario de atención es de lunes a domingo de 11:00 a 18:00 horas.
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