Poco a poco el romance ha vuelto a Morelos gracias a que los jardines y salones de eventos comienzan a reactivarse. Las bodas han regresado a la entidad, pero con algunas restricciones, incluso con la eliminación de ciertos ritos que hacen características las uniones no sólo en nuestro estado, sino el resto del país, todo ello con el fin de evitar contagios por Covid-19 y permitir que la actividad continúe en este importante sector.
Donaciano Hernández, vicepresidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), explicó que el número de bodas, en comparación con años anteriores a la pandemia, no es el ideal, pero tomando en cuenta que es el principio de la recuperación los resultados pueden considerarse como positivos, pues durante meses muchos de los empresarios que se dedican a esta actividad no reportaron ni un solo ingreso.
"Podemos decir que tenemos en algunos fines de semana entre 30 a 50 bodas; antes teníamos hasta 70 u 80, prácticamente todos los jardines, salones, haciendas los teníamos con un evento el fin de semana. Podemos hablar de una recuperación del 50 por ciento. Lo que aún se ve mermado es el número de participantes, antes en un salón teníamos bodas con 200 a 250 personas ahora esos eventos con de 50, 70 o por mucho cien".
Dijo que hasta ahora ninguno de estos eventos han sido cancelados por las autoridades debido a que se cumplen con todos los protocolos de sanidad, incluso antes de cada boda todo el personal que brinda servicio a los invitados como meseros, cocineros, entre otros, deben de aplicarse pruebas Covid-19 para verificar que no existe riesgo de contagio.
Donaciano contó que la dinámica para entrar al salón de eventos consiste primero en que cada invitado debe llenar un cuestionario anti Covid-19, cumplir con el escudo de la salud y si la boda será dentro del jardín o salón el sacerdote les pide no quitarse el cubre bocas.
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