De tres años a la fecha se ha generado una caída abismal en apoyos económicos y de producción en el campo, tanto del gobierno federal como local; “en Morelos tenemos un gobernador que lo único que sabe de campo es del campo de futbol. Ejemplo de ello es la ocurrencia de darle sólo 20 millones de pesos a un campo morelense hambriento”, asegura Julio Padilla Trujano, secretario general de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) en la entidad.
En los últimos años, los costos de producción en el campo se han triplicado, mientras que los recursos para apoyar al agro disminuyen. Productores coinciden en la exigencia de políticas públicas eficaces y un presupuesto acorde a las necesidades del agro morelense.
Y es que hace dos décadas, pese a que existían rezagos importantes, se habían conquistado recursos considerables para el sector gracias al Acuerdo Nacional para el Campo y la Ley de Desarrollo Rural Sustentable, mismos que ha retirado el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, generando que la población consuma más de 50 por ciento de productos agrícolas provenientes de otras entidades.
Producción, por las nubes
De acuerdo con el secretario general de la UNTA en Morelos, los costos de producción se han incrementado al triple; y es que, mientras que hace un año invertían aproximadamente 11 y 12 mil pesos; este año han tenido que invertir hasta 38 mil pesos, lo que se atribuye a la inflación, falta de apoyos y la incapacidad del gobierno que sólo se concentra en inversiones de largo alcance.
Otro ejemplo es el arroz, pues mientras hace 15 años se producían más de 30 mil hectáreas, actualmente sólo se siembran entre 400 y 500 en todo el estado; “una reducción drástica por falta de inversión en tecnología, que está generando que se importe grano de mala calidad, y falta de comercialización”.
Los molinos de arroz que subsisten en Morelos están endeudados, lamentó Julio Padilla, “pero lamentablemente no son prioridad para los gobiernos; lo mismo pasa con los productores de pez, y plantas de ornato, pese que esta última rama genera más de medio millón de empleos”. Lamentó que pese a ser un estado cañero se exporta la poca producción que se genera, incluida la sacarosa.
Actualmente, la entidad importa carne de res, cerdo y hasta cecina proveniente de Estados Unidos y China, además de mojarra congelada de China y Vietnam. “Eso de verdad es lastimoso, porque la mayoría de los mexicanos buscan producto barato y esto da al traste a la economía nacional y local”, lamentó.
Insuficientes, 20 millones de pesos
Últimamente, los productores han tenido que reducir su área de producción derivado de la falta de liquidez, además de que la banca de desarrollo como Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA) y Financiera Rural ya no dan créditos al campo.
Este año, la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (Sedagro) asignó 40 millones al campo; de esta cantidad, 20 millones son para actividad agropecuaria, como adquisición de equipo y animales, mientras que cada productor tiene derecho únicamente a 20 mil pesos, con una participación de 50 por ciento, recurso que máximo beneficiaría a mil productores, pero en Morelos existen más de 40 mil.
“Imagínate cómo están hoy los campesinos; están en el limbo. (Tenemos) un gobierno totalmente ajeno a los intereses reales, a las necesidades reales del campo”.
Al respecto, Roberto Reza Quiroz, presidente Sistema Producto Bovinos Carne de Morelos, coincidió con el líder de la UNTA, al señalar que los 20 millones de pesos son insuficientes, cantidad que es promovida a través de ferias que organiza la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y que, aseguró, “se trata de solo un show y de nada sirven”.
Refirió que la ganadería requiere de un gran apoyo económico para levantar los hatos ganaderos, la genética, y así poder producir mayor ganado.
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