La sequía registrada en 2023 fue una de las más complicadas para el sector ganadero. Los productores reportaron la pérdida de al menos 17 cabezas de ganado; otros tuvieron que vender sus animales ante la crisis que dejó la falta de granos el ciclo pasado. Estas pérdidas, asegura Roberto Reza Quiroz, presidente del Sistema Bovino Carne en Morelos, serán difíciles de recuperar debido a la falta de programas o subsidios municipales, estatales o federales para poder adquirir animales o mejorar la genética de ganado que predomina en el estado.

Este año, el panorama parece ser más alentador para los productores. Las lluvias registradas en las últimas semanas “han sido una bocanada de aire que nos permite respirar con más tranquilidad”, afirma Reza Quiroz.

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“El año pasado fue muy duro para el sector agropecuario por las altas temperaturas y la resequedad de aguajes y presas que se secaron”.

Recordó que no solo el ganado padeció por la escasez de agua, también productores de granos registraron cuantiosas pérdidas en sus cultivos, afectando a cientos de familias que sobreviven del campo, por lo que asegura que las lluvias de los últimos días generan buenas expectativas para los productores.

Hay recuperación del nivel de las presas, represas, aguajes; los campos y potreros para el ganado ya están verdes y eso ayuda a que el ganado vuelva a tener las condiciones de animales sanos, empiezan a reponerse e incluso la vacas, a dar más leche, ya que hay alimento y agua suficiente. Es una bendición para todos las lluvias.

Este año las familias han vuelto a sembrar con la confianza de que siga el buen temporal y haya buenas cosechas de granos, fundamentales para la alimentación del ganado y para la economía de las familias que se dedican al campo.