Ulises Trujillo García ha crecido en los pasillos del mercado Adolfo López Mateos, aquí no solo se ha desarrollado profesionalmente sino también ha formado una familia. A partir de los 10 años de edad comenzó a laborar como comerciante y desde hace 10 años optó por tener su propio negocio de zapaterías.
El pasillo de calzado alberga en los locales 841 y 842 las zapaterías y huaracherías Las Cuatitas y Diana a cargo de Ulises Trujillo García y su esposa. El comercianto tuvo sus pininos en el servicio y atención a clientes ayudando a su papá en una papelería que tienen en la central de abastos, fue así como comenzó a tener experiencia y nació su gusto por el comercio, que se fortaleció conforme iba creciendo.
La familia de su esposa también se dedica al calzado, lo cual los motivó a decidirse por este giro al momento de iniciar su negocio, que prácticamente estaba a cargo de su esposa.
Cambiar de la papelería a una zapatería no fue complicado para Ulises, ya que al final se trata de una venta, “hay que poner atención para ir aprendiendo, la venta tanto aquí como en cualquier otro negocio sigue siendo la atención. Tanto la papelería como la zapatería no nos ha costado ningún trabajo, nos gusta y seguimos aquí atendiendo al cliente”.
Por la pandemia tuvieron que bajar sus cortinas debido a que no entraban dentro del esquema de actividades esenciales, por lo que cerraron entre ocho y nueve meses, volviendo a abrir en agosto del año pasado, aunque sus ganancias no han sido las mismas, lo cual señaló se debe a la falta de empleo y que los ciudadanos están renuentes a gastar, “lo poco o mucho que ganan prácticamente lo destinan a la comida y a la vestimenta, no tanto al calzado, no a los lujos que anteriormente se podían dar. Hoy están muy renuentes a gastar en lo no esencial”.
De lo que manejaban anteriormente, ahorita se encuentran entre un 20 y 30 por ciento de ventas, puesto que si bien en el mercado observan, en especial los fines de semana, bastante gente, no se ve reflejado en las ganancias debido a que considera solo asisten a pasear y comprar los productos diarios más esenciales.
“Estamos manteniendo algunos gastos todavía con la ilusión de que esto no tarde mucho en recuperarse y vuelva a ser lo que era el mercado, en cuanto a ventas y la presencia de la gente”.
La mejor temporada para las zapaterías Las Cuatitas y Diana son el regreso a clases, pero este año, al no retomar totalmente no se vieron esas ganancias, ni siquiera tuvieron que recurrir a comprar nueva mercancía, por este motivo están tratando de vender calzado escolar que tenían de otra temporada, ya que fue muy escasa la venta de calzado, útiles escolares y uniformes escolares.
El anhelo y esperanza porque la situación se estabilice está presente día con día en el pasillo de calzado; no obstante, Ulises Trujillo reconoció que las bajas ganancias han sido a razón de que los ciudadanos tienen otras prioridades, dejando de lado el calzado con el cual, indicó, pueden vivir hasta varios meses.
“Es fundamental el calzado pero si hacemos una comparación entre tres cosas fundamentales, que yo así lo veo, alimento, vestimenta y calzado, podemos andar con los mismos zapatos aunque estén desgastados y nos podemos aguantar hasta un mes, pero el dejar de comer y vestir es lo esencial, por eso sí vemos gente en el mercado pero vienen a hacer sus compras de la semana, que es lo que consideramos esencial porque nadie puede dejar de comer”.
Ventas en línea, funcional para las zapaterías
El estar cerrados prácticamente un año les hizo ver que si no podían vender en el mercado tendrían que hacerlo por internet.
Ulises Trujillo García y su esposa fueron de los afortunados en tener la oportunidad de comercializar sus productos a través de las redes sociales, lo que les ayudó en un momento tan crítico como ha sido el SARS-CoV-2.
“Muchas personas no saben cómo hacerlo o por desconfianza no hacen sus compras por vía internet, y una cosa que nos limita a muchos comerciantes es que no tenemos la tecnología suficiente para recibir pagos electrónicos, por la cual algunos realizamos ventas por internet mediante transferencias electrónicas”.
Entre 60 y 70 comerciantes del área de calzado pueden manejar ventas por internet, utilizando pagos electrónicos, beneficiándolos en materia de ingresos, pero la gran mayoría no tiene esta posibilidad, teniendo que esperar a que los clientes lleguen, lo que fue un gran reto en medio de las medidas de aislamiento y el semáforo epidemiológico que les daba la instrucción de cómo operar, primero dividiéndose los días y después el horario de trabajo, que hoy sigue funcionando hasta las 19:30 horas.
Las zapaterías y huaracherías Las Cuatitas y Diana ofertaban en las diferentes páginas de bazares, aquí publicaban los modelos de calzado y números para que los contactaran y al momento en que pactaban la entrega acudían y recibían el pago, método que siguen llevando a cabo, vendiendo entre dos a tres pares de zapatos a la semana.
Las Cuatitas y Diana ofrece todo lo que se refiere a calzado, sea artesanal o en serie, es decir, de fábrica. El artesanal es el que se teje a mano o es bordado, y ese normalmente lo traen de Sahuayo, Michoacán; además de que como el huarache les llega al natural o piel natural, lo pintan de acuerdo al deseo del cliente.
El hurache es el producto que más se vende, en especial en base a la moda, “el hurache que tiene más demanda es el que está pintando debido a que es la moda, todo vamos en cuestión de la moda. Antes estaba visto que solo el campesino usaba ese tipo de huarache pero a partir de que salen publicados por ciertas figuras públicas o lo ven en una tienda de renombre acuden o procuran conseguir algo lo más parecido posible y a un costo más accesible, por eso el hurache es lo que se está vendiendo, como todo lo artensal”.
Lo artesanal, afirmó, nunca pasará de moda, particularmente porque la fabricación de este tipo de calzado se va modernizando bordado, perforado, cortado a láser, a la vanguardia de la moda.
Se gastaron sus ahorros para poder sobrevivir
A Ulises Trujillo García y su esposa les ayudó a salir adelante utilizar sus ahorros, ya que a pesar de que se inscribieron en ciertos programas de gobierno ninguno de los comerciantes de su pasillo recibió un apoyo, “esos ahorros que teníamos son los que nos gastamos y ahorita nos está costando trabajando volver a surtir por esa situación, porque teníamos un colchón y nos lo gastamos, ahorita estamos volviendo a empezar y tenemos que volvernos a acreditar, y volver a ofrecer los servicios”.
Las Cuatitas y Diana se encuentran en el área de huaracherías del mercado Adolfo López Mateos, en un horario de 6:00 a 19:00 horas de lunes a domingo.
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