Meseros se quedaron sin empleo al igual que otros tantos trabajadores sectores y actividades a consecuencia de la pandemia, cifras conservadoras indican que por lo menos, tres mil meseros de negocios establecidos, y que de los más 30 mil desempleados que reporta la Industria del Turismo de Romance, la gran mayoría también eran meseros y estudiantes, que ante la falta de ingresos, se quedaron sin empleo y sin poder continuar con sus estudios.
Pero no sólo ellos se han visto perjudicados, por igual los que tienen la fortuna de seguir contando con un empleo, han visto reducidos sus ingresos, pues hasta antes de la crisis sanitaria y económica además de su salario lograban obtener 200, 300 pesos y hasta un poco más en propinas en un día de trabajo, pero hoy esos ingresos, cuando los llegan a obtener, son de cincuenta, difícilmente, cien pesos.
Así lo nos lo comenta Teresa Martínez, mesera de un conocido restaurante del centro histórico de Cuernavaca, quien ha visto cómo muchos de sus compañeros se han quedado sin empleo, porque los negocios han cerrado por la falta de clientes suficientes para poder seguir subsistiendo, o bien, porque el dueño, ante la escasez de recursos ha tenido que reducir la plantilla laboral, para no tener que cerrar sus puertas.
Algunos, dice la trabajadora, regresaron a sus pueblos de origen tratando de encontrar una mejor forma de subsistir, pero la mayoría se ha dedicado al comercio informal, vendiendo fruta, comida, cubrebocas o cualquier otra cosa en las calles, o en los tianguis, algunos de ellos de vez en cuando pasan a los restaurantes a ver si hay alguna vacante, para volver a trabajar en lo que saben, pero por desgracia se encuentran con que aún no hay espacio, porque las cosas siguen complicadas y no hay empleo.
Ha habido casos de otros meseros que ante la necesidad de conseguir dinero para el sustento de sus familias lo único que encuentran es trabajo de peón o "chalán" de albañil y al no haber más y no saber hacer otra cosa se dedican a eso para sobrevivir, por ello ante la desesperante situación por la que atraviesan muchos de sus colegas, Teresa, reconoce el esfuerzo que están haciendo los empresarios restauranteros, para tratar de mantener a toda costa sus negocios y su planta laboral.
Roberto García otro de los meseros desempleados comenta que lo mismo, ha trabajado algunos días recolectando desechos industriales, como son pvc, cartón, alambre y demás, pero reconoce que esto no le alcanza para subsistir, por lo que junto con su esposa se han dedicado a vender desde tortas, gelatinas y dulces en las calles, en los cruceros, para sacar adelante a sus dos menores hijas, en espera de poder regresar a laborar a algún restaurante donde haya una vacante.
A casi un año de que inició la pandemia, Roberto recuerda que al inicio de la contingencia hubo algunas, autoridades municipales y estatales, y asociaciones civiles que les llegaron a dar algunas despensas, algunos apoyos, que les servían de mucho para poder subsistir, "pero ahora ya todos se olvidaron de ayudar a los desempleados, no hay apoyo por ningún lado y por ello muchos desempleados han comenzado a robar, para conseguir algo de dinero con que comprar algo de comida para sus familias, porque las dependencias de asistencia social, han quedado rebasadas por la emergencia, que no se ve para cuando pueda ser superada", señala con marcado desaliento y preocupación, este mesero.
