Durante esta temporada de graduaciones escolares, los negocios de renta y venta de trajes, así como de sastrería, hasta el momento reportan bajas ventas en comparación con el año pasado, además de que sus proveedores aumentaron los precios, lo que implica mayores gastos.
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“En 2023 nos fue muy bien, pero este año desde abril las ventas han estado bajas, realmente no hemos tenido mucho trabajo. Algunas mamás nos han dicho que las escuelas pidieron que los graduados lleven el uniforme o solamente la toga, y sin algún moño o corbata”, expresó Silvia Pérez, encargada de un negocio de renta y venta de trajes en el Centro de Cuernavaca.
Karen González, encargada de otro negocio del mismo giro, comenta que especialmente las personas prefieren la renta de trajes en lugar de comprarlos, ya que son prendas que por lo general sólo usan para una ocasión y ya no vuelven a ponerse, y optan por ahorrar un poco por la comparación de precios.
“En la cuestión de rentas, estamos en un 60 por ciento de lo que teníamos antes de la pandemia, y en venta, la verdad disminuyó bastante, por lo general la gente ya no compra trajes, porque sólo lo utilizan una vez y por eso prefieren rentarlos”, dijo Karen González.
Otro de los puntos que les ha afectado, es la competencia, que ha ido creciendo en los últimos años, ya que actualmente existen más negocios de sastrería, renta y venta de trajes, así como de los negocios que venden ropa de calidad más baja y en precios muy bajos.
“Nos ha afectado un poco, no tanto en la calidad de servicio y trajes, la gente busca lo más económico y realmente lo estamos padeciendo. Afortunadamente, nuestros clientes que ya saben de nuestros servicios, la calidad y la atención, y que les gusta nuestro trabajo son los que han vuelto y es lo que nos ha mantenido a flote”.
Proveedores aumentaron 20% de costo a prendas
En comparación con el año pasado, sus proveedores subieron hasta en un 20 por ciento el costo de los materiales y prendas, por lo que estos negocios se han visto obligados a aumentar el precio de sus prendas y servicios, aunque no tan altos, precisamente para mantener su clientela.
“Esta temporada generalmente para nosotros era muy buena, y nos permitía reinventarnos y meter nueva mercancía para hacer frente a la competencia, pero los costos han aumentado hasta un 20 por ciento de lo que costaba, y a eso le sumamos los servicios de envío que nos cobran algunas empresas por mandarlos o el gasto que implica el pasaje para ir por ellos, pero nosotros solo aumentamos entre 30 y 50 pesos por costos y renta”.
Además de que su trabajo, implica otros gastos como tintorería, lavandería y sueldos, que han tenido que aumentar.
“Antes cerrábamos los domingos, pero ahora desde hace un tiempo ya abrimos ese día, una por la gran competencia que hay, y otra porque muchas personas descansan y es el único día en el que pueden venir y tenemos que atenderlos”.