Desde hace varios años, la familia de Mireya Salazar trabaja el telar hecho de lana para preservar esta tradición y que no se pierda como ocurrió con los ixcacles, que después pasaron a ser originarios de Puebla.
Mireya es originaria de Hueyapan y forma parte de la quinta generación de su familia, que por muchos años se dedicó a la elaboración de prendas artesanales como rebozos, gabanes, bufandas y carteras. Dice que quiere continuar con este trabajo para que no se pierda la práctica, por eso enseña a sus hijos y sobrinos quitándole las impurezas y basura que tiene la prenda elaborada en telar hecho con lana.
Es una tradición de Hueyapan, comunidad situada en las faldas del Popocatépetl, donde Mireya lo aprendió de su madre y ella de su abuela. Explica que es un tanto laborioso porque en cada pieza dejan más de un mes de su trabajo, amor y gran dedicación cuya tela se tiñe con grano cochinilla, añil y flores de pericón.
Las prendas varían de acuerdo al color pero sus precios van desde mil 500, mil 800 y dos mil pesos, en el caso de los gabanes, también cuentan con prendas desde 200 pesos como en los gorros.
Si no nos ponemos listas en las prendas nos pueden robar las ideas y luego decir que son originarios de otros estados como ocurrió con los huaraches