La cosecha de jícamas en 2023 no superó ni el 50 por ciento de lo esperado debido a la falta de lluvias que impidió el desarrollo adecuado del tubérculo, informó Raúl Meléndez Tobillo, productor morelense.
El representante de este sector detalló que los campesinos sembraron en Morelos alrededor de cuatro mil hectáreas de jícamas y a todos los fue muy mal en la cosecha.
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Dijo que la falta de agua en las tierras de cultivo mermó drásticamente la producción de caña de azúcar, cacahuate y de jícama, entre otros cultivos de la temporada, como a las siembras de temporal de sorgo y maíz que registraron pérdidas del 90 al 100 por ciento en la zona sur de Morelos.
“La producción de jícama en todo el estado, que es de cuatro mil hectáreas, se vio afectada, apenas cosechamos por mitad, fue escasa y el factor que pegó es la falta de lluvias, fundamentales para el desarrollo del producto que es una raíz que requiere mucha agua".
Agregó: “No creció, no desarrolló y no va a haber buen rendimiento”. En este sentido reconoció que para el resto de las fiestas decembrinas ya no tienen producto porque si sembraron 20 hectáreas solo cosecharon lo que representan diez, o menos, ya que por hectárea regularmente obtienen cerca de 30 toneladas y este año apenas obtuvieron 10.
Beneficios de la jícama
La jícama contiene entre el 86 a 90 por ciento de agua, es rica en vitamina C, calcio, fósforo, potasio, hierro, así como proteína y de lípidos. Su sabor dulce proviene de la oligofructosa, que no lo metaboliza el organismo humano y resulta ideal para consumo de los diabéticos.
De acuerdo con información de la Sedagro en Morelos, el cultivo de la jícama ocupa un lugar importante dentro de los cultivos hortícolas que se producen, la superficie aproximada es de 879 hectáreas que se siembran anualmente en el estado y alcanzamos los mejores rendimientos del país con 29.37 toneladas por hectárea.