Vendedores de carne del Adolfo López Mateos padecieron los efectos del cierre del Rastro Municipal que quedó suspendido el 13 de junio después de que la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris) avalara que el lugar no contaba con las condiciones de salubridad e higiene idóneas para laborar.
A pesar de la situación, el 13 de agosto abrieron de nuevo el rastro pero los carniceros del mercado comentaron que no se han reactivados las labores de matanza debido a que el sitio se encuentra todavía en condiciones de remodelación y mejora de maquinaria, por lo que se han visto en la necesidad de surtir la carne con proveedores externos, en ocasiones de la Ciudad de México y principalmente del rastro de Temixco, lugar temporal al que ha sido trasladado el ganado porcino y bovino hasta que se reanuden las labores.
Esto ha dado lugar a que consumidores duden y desconfíen sobre la procedencia y calidad de la carne, afectando hasta el momento la venta del producto.
El principal proveedor de la carne para los comerciantes del ALM y otros mercados de la ciudad es el Rastro Municipal, por la buena calidad de su producto, sin embargo, a raíz de la suspensión temporal, los vendedores buscaron surtirse con proveedores que demanden carne de la misma calidad. El reto implicó transportarse fuera de la ciudad y los costos extras que esto generó, repercutieron negativamente en la venta del producto.
Vendedores aclararon que la calidad de la carne que procede actualmente del rastro de Temixco, instalación temporal, no se ha visto afectada y que las entregas siguen siendo regulares. Dijeron que la carne que se surte en los diferentes mercados de la ciudad, está sana y que debe pasa por normas estrictas de salubridad para poder ser procesada y destinada al consumo humano.