[Juntos Crecemos] Te esperan con licuados y jugos 100% frescos

Tras la pandemia, existe la posibilidad de cerrar definitivamente luego de que el gobierno les prometiera un apoyo de 25 mil pesos, pero éste nunca llegó

Susana Paredes | El Sol de Cuernavaca

  · miércoles 18 de agosto de 2021

Ofrece jugos y cócteles de frutas 100% frescas / Susana Paredes | El Sol de Cuernavaca

En esta pandemia de Covid-19, el reto más grande para los negocios, ya sean grandes o chiquitos, ha sido no romperse y mantenerse de pie en un momento tan crítico, uno de ellos ha sido el puesto de jugos, licuados y cócteles de doña Elvia Venegas Rodríguez, quien ha sabido como mantenerse en el mercado.

Hay negocios que han visto crecer a la ciudad de Cuernavaca, uno de ellos es el de la señora Elvia Venegas, quien desde hace más de 25 años se dedica a vender jugos, cócteles y licuados en un carrito sobre calle San Cristóbal, al norte de la capital del estado, a un costado de una reconocida farmacia.

Doña Elvia ha sido protagonista de la urbanización de Cuernavaca, creciendo junto con ella; inició en este mismo lugar pero ofreciendo sus ricos y frescos productos en una mesa, poco a poco, al ir juntando dinero y con el apoyo de su esposo pudo comprarse un carrito con el objetivo de transportar su mercancía más fácilmente y tener todo lo que necesite a la mano.

Su carrito está pintado en tonalidades naranja y amarillo, y cuenta con frutas y verduras para todos los gustos, se tapa del sol con una propaganda de lucha libre y en compañía de su esposo recibe a sus clientes con una gran sonrisa desde muy temprana hora con los primeros rayos del sol.

Elvia Venegas Rodríguez decidió emprender su negocio por necesidad pero también por gusto, al estar en busca de un trabajo se percató que era mejor tener su propio negocio a trabajar en algún lugar, ser su propia jefa y claro, estar cerca de sus clientes con quienes puede platicar mientras les ofrece un rico jugo, licuado o cóctel de frutas 100 por ciento fresco. Cuentan con permiso para instalarse del Ayuntamiento de Cuernavaca y están reconocidos como un local ambulante.

Si bien sus productos son del agrado de los comensales, tanto morelenses como visitantes, aunque los oficinistas, estudiantes y padres de familia (que buscan comida para sus hijos en un momento de apuro) son sus principales clientes, por lo que la contingencia sanitaria le ha afectado a tal grado que no descarta cerrar definitivamente su negocio.

“Actualmente las ventas no han sido nada buenas, por ejemplo, la venta de hoy es para volver a surtir y así, sólo me quedan 50 o 60 pesos por ejemplo, todo lo de mi venta de ayer fue para comprar lo poco que hoy tengo de mercancía y para mañana tengo que comprar naranja, plásticos, que han aumentado de precio con la pandemia”, expresó la comerciante a El Sol de Cuernavaca.

Previo a la pandemia, las ganancias de doña Elvia eran muy buenas, a tal grado que pudo comprarse su carrito de venta de jugos y seguir invirtiendo, si sus insumos subían de precio no le afectaba tanto porque era un costo comparable a lo que ganaba, generando estabilidad, pero hoy todo es diferente, ya que mientras las frutas, verduras y hasta el plástico que usa para vender sus productos van a la alza en costos, sus ganancias van en picada.

Doña Elvia ha sabido como mantenerse en el mercado durante 25 años / Susana Paredes | El Sol de Cuernavaca

Como muchos negocios durante el año pasado y en el momento más crítico de la emergencia sanitaria, doña Elvia tuvo que cerrar su negocio por cerca de cinco meses, si bien al día de hoy puede mantenerse abierto hay días en que no puede salir por la falta de insumos, al no alcanzarle para comprar mercancía, en especial por el giro de su negocio que requiere sea fruta fresca, pero ahí va “poco a poco”.

“Primero nos vinieron a decir que no podíamos vender pero después fue bajando la venta y ya después no tuvimos con qué salir”, señaló doña Elvia.

Antes compraba la naranja en cuatro a cinco pesos el kilo, como máximo, hoy tiene que pagar 11 pesos mientras que las piñas chicas están a 15 pesos.

En los casi cinco meses que no pudo abrir su negocio la comerciante subsistió de los ingresos de su esposo y del apoyo de sus hijos.

A más de un año de los primeros casos positivos de Covid-19 en la entidad morelense, las ganancias siguen bajas, en buenos días llega a sacar 400 pesos pero a veces tiene que pedir prestado para comprar.

Frente a este panorama tan incierto y complicado, Elvia no descarta cerrar definitivamente su negocio, mantener el carrito guardado, “ahorita sí lo hemos pensado porque la situación es difícil”.

Doña Elvia atribuye las bajas ventas a que la gente sale solo para lo indispensable y por ende, las calles, o por lo menos donde está ubicada, no han registrado tanta afluencia de personas, aunado a que al ser sus principales clientes los oficinistas y estudiantes menos ganancias ha obtenido.

El miedo al contagio está presente pero acata cada una de las medidas sanitarias, no sólo en su persona sino también para sus clientes.

A doña Elvia y su esposo les prometieron un apoyo de 25 mil pesos por parte del gobierno estatal, pero nunca llegó.

Hoy subsiste de las pocas ganancias que logra obtener, pero principalmente del amor por su comercio, está en busca de un apoyo para por lo menos poder comprar más mercancía y aguantar un poco más en lo que las actividades se reanudan, principalmente el regreso a clases presenciales.

“Me gusta estar aquí y aparte de aquí como fruta y quisiera seguir, me gusta mi negocio y si quisiera seguir un rato más”.

Antes doña Elvia abría a las 7:00 horas, ahorita al no haber clientes abre a las 8:00 horas y cierran más tarde, entre las 14:00 a 14:30 horas de lunes a sábado.

Doña Elvia ofrece en su carrito cócteles de frutas y jugos. Se ubica en calle San Cristóbal s/n, Lomas de la Selva en Cuernavaca, Morelos.

El carrito de doña Elvia está pintado en tonalidades naranja y amarillo, se tapa del sol con una propaganda de lucha libre y en compañía de su esposo recibe a sus clientes / Susana Paredes | El Sol de Cuernavaca