La arqueóloga Silvia Garza Tarazona del Centro Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Morelos, exhortó a las autoridades federales y estatales evitar que la mina de Tetlama siga trabajando, debido a que no sólo afectará gravemente a la zona arqueológica de Xochicalco, también dañará la salud de los morelenses al llegar las ráfagas de viento hasta Cuernavaca y sus alrededores.

Recordó que en 2009, el subsuelo de Xochicalco fue otorgado en concesión a la empresa canadiense Esperanza Silver por la Secretaría de Economía, terreno que equivale a 278 hectáreas y permiso que tiene vencimiento al 14 de mayo de 2059.

A pesar de que el entonces gobernador de Morelos, Graco Ramírez, manifestó su rechazo por las minas a tajo abierto en la entidad, la de Tetlama sigue operando de manera normal, haciendo túneles como un método de exploración, lo cual, aseveró la especialista, generará contaminación en los ríos, suelos y el medio ambiente.

Explicó que primero harán un gran hoyo, sacarán la tierra, la molerán y pasarán por gran cantidad de químicos para separar la tierra de los minerales y esa misma tierra y agua, la echarán nuevamente a los cauces y suelos; además de que derivaría en enfermedades graves de la piel, problemas en los ojos, riñones, hígado y pulmones; incluso podría incapacitar permanentemente o hasta provocar la muerte, pues los tóxicos de los metales viajan en el aire y el agua.

Respecto a Xochicalco, Garza Tarazona precisó que podría ser afectada debido a que cuenta con 37 cuevas y en el momento que empiecen a detonar, se vendrá abajo. Prueba de eso, son las fisuras que se registraron tras el sismo del 19S de 2017, mismas que ocasionaron que ciertos lugares de la zona arqueológica permanezcan cerrados.

Por ello, exigió a las autoridades no reactivarlo tanto por los seres humanos, como por la tierra de Morelos,

"No se vale que por unas toneladas de oro, que es mucho dinero, la gente muera como moscas. Nunca se ha dejado de explorar y lo han hecho con túneles y quieren hacer un gran hoyo. Yo defiendo mi zona arqueológica que es patrimonio de la humanidad porque la van a destruir, defiendo a mis abuelos con eso pero defiendo a mis nietos que viven en Cuernavaca y lo van a padecer", expresó.

La arqueóloga Silvia Garza Tarazona informó que los trabajos en la mina, generará contaminación en el medio ambiente.