Este dos de Febrero, tan esperando en el año por vendedores de tamales, finalmente mejoraron las ventas con respecto al año pasado, lo que les da un respiro, pero siguen sin recuperarse pues las ventas de este producto cayeron al 50% de lo que vendían antes de la pandemia nos revela Marianeth Martínez Barberi.
A dos años de la pandemia y justo este 2022 que el semáforo epidemiológico en Morelos se mantiene en color amarillo, los vendedores de tamales, lograron tener un respiro, por lo menos mejoraron las ventas en relación al año pasado. Aunque a unos les fue mejor que a otros y reconocen que la competencia siempre es buena porque “para todos sale el sol”, nos dicen en el mercado de Jojutla donde antes de las 10 de la mañana ya habían terminado las ventas.
En Zacatepec, la Familia Martínez que atiende tres puestos, en el mercado, junto a la iglesia y que está por el seguro social, revela que las ventas están muy tranquilas, aunque reconoce que este año ya tuvieron varios pedidos, por lo que se pudieron a trabar desde un día antes y están sin dormir, no solo para cumplir con los pedidos, para atender los tres puestos, ya que saben que en esta fecha es cuando más demanda de tamales hay.
“Se puede decir que es la bendición de la Virgen de la Candelaria, a los tamaleros, ya que todas las personas que se sacaron un muñeco el día de la rosa en reyes, tiene que cumplir el compromiso de invitar los tamales y el atole” esas es la tradición y para los tamaleros es la fecha esperada para recuperarse un poco de la caída de las ventas todo el año.
Este día elaboran tamales para todos los gustos; verdes, rojos, de rajas con queso, dulces de piña, de regalo, hacen tamales Oaxaqueños, de costilla y de pollo, en total son siete variedades que ofrecen para cumplir con la celebración de esta fecha que es de almorzar o cenar con tamales.
“No hemos dormido, como en años anteriores a la pandemia”, pero aún siguen sin cumplirse las expectativas que tenían hace tres años, ya que tenían pedidos por grupos, en escuelas y en los Ayuntamientos, empresas o familias.
“Este día es muy importante porque es la fecha en la que nos aliviana” dice Martínez Barberi, quien refiere que las ventas fuera de esta fecha están en un 50 % de lo que se vendía, con la pandemia bajaron y se puede decir que siguen por mitad, porque este año siguen sin mucha actividad en las escuelas, mucha gente tiene miedo, la gente no sale como antes, ni los que venían de vacaciones vienen por lo mismo”.
Además los tamales se acompañan con atole, y para esto preparan de champurrado, arroz y de galleta, que la mayoría de estos se venden con el tamal en cada puesto, son pocos los que encargan atole y tamales.
En Tlaquiltenango solo encontramos una familia vendiendo tamales en la parada del trasporte colectivo, a las 9 de la mañana ya había terminado, dijo al reconocer que muchos fueron pedidos, y no quiso hacer muchos por temor a que como en año pasado no hubiera ventas, y es que apenas lleva un año vendiendo tamales y atole, pero reconoce que el año pasado no hubo tantas ventas.
Cabe destacar que el precio del tamal se sigue manteniendo en 12 y 15 pesos, el mismo precio que se tenía el año pasado, a pesar de que todo ha subido, temen que si lo suben caigan más las ventas.
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