La sorpresa y la inquietud son dos elementos que han mantenido viva la carrera de Café Tacvba. Aunque ya no son los chavos veinteañeros que le cantaban a una ingrata o al sistema de transporte Metro, el grupo sabe que su necesidad de curiosear y experimentar es lo que los ha mantenido vigentes en tres décadas de trayectoria que ahora celebran.
“Ahora lo que nos falta por cumplir son unos 50 años”, dice Quique Rangel soltando una carcajada. “Es que hasta ahora estamos satisfechos con el trabajo artístico que hemos hecho. Estamos seguros que la curiosidad, la sensibilidad y el talento de los cuatro nos da para poder seguir haciendo más música y creo que faltan algunos años más para seguir haciéndolo”, dice el músico en entrevista.
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“Seguimos siendo libres a la hora de juntarnos a trabajar en canciones nuevas, que es realmente lo que nos gusta hacer y la razón por la cual el grupo existe”, coincidió Joselo, durante una conferencia de prensa donde presentaron su programa Bios. Vidas que marcaron la tuya en el que cuentan su historia musical y que estrenará el 10 de noviembre en National Geographic.
La banda integrada por Rubén Albarrán, Meme del Real, Joselo y Quique Rangel celebrará el siete de diciembre sus 30 años de carrera con un concierto en el Foro Sol, mismo que a días de lanzar sus boletos a la venta colgó el letrero de “Agotado”.
“Incluso a nosotros nos sorprende poder seguir teniendo una relación así con el público, porque la situación del país es difícil y sabemos que vamos a lugares donde a veces es difícil acceder a un boleto. Pero nos sorprende que hagamos un concierto así y los boletos se vendan en dos días”, explica el bajista del grupo.
Esta celebración se extiende con el estreno de Un segundo MTV Unplugged, material que les dio oportunidad de descubrir otra faceta como grupo y que estrenaron el viernes en formato digital y esta semana en formato físico. “Este unplugged nos daba oportunidad de tocar canciones que tal vez no encuentran lugar en ‘la prendidez’, de un concierto, pero sí en la intimidad”.
“Muchas de estas canciones hace siglos que no las tocábamos y esta era una buena forma para acercarnos a nuestra historia desde una perspectiva diferente a cuando haces un disco de grandes éxitos que es como una playlist, o con una selección de canciones para un concierto como el del Foro Sol”, detalla el músico.
Tanto para Quique como para el resto de los integrantes del grupo, revisitar canciones como Chilanga banda, Eres y Volver a comenzar fue también una oportunidad para reconocerse con los tacvbos que hace años comenzaron su carrera y que tenían otras inquietudes musicales.
“Hay una parte donde reconozco lo inocente, a esos tacvbos de menos de 30 que están buscando algo y que se aventuran más por desconocimiento y osadía que por saber a dónde van a llegar. El Unplugged lo que nos permite es repetir esas canciones de una manera diferente. Y ejecutarlas 20 años después, en otro momento, con otra sensibilidad, es increíble”.
Este material que incluye una orquesta sinfónica y una oaxaqueña, instrumentos como la marimba, el vibráfono, saxo, arpa, percusiones y más, iba a ser filmado en un espacio abierto como la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco o incluso en un desierto.
Sin embargo, por cuestiones técnicas, prefirieron realizarlo en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario, espacio que quedó como anillo al dedo, porque “entró naturalmente por la idea orquestal que teníamos con el proyecto, y este es un espacio que recibe esta música a la cual nos estábamos acercando”, dice Quique.
A pesar del éxito, el grupo espera que tras su concierto en el Foro Sol puedan tomarse un descanso, antes de lanzar un nuevo disco inédito. “El unplugged se volvió el nuevo disco porque estábamos entre los cuatro con la cosquillita por ‘cuando vamos a hacer eso con nuevas canciones’, pero ahora lo vamos a guardar para un futuro no muy lejano”, concluye.
