Este martes, familiares y amigos de Lilia Isabel Aragón del Rivero, una de las villanas favoritas de la televisión y cine mexicano, le dieron el último adiós.
La actriz, Lilia Aragón, nació en Cuautla, Morelos, el 22 de septiembre de 1938, y fungió como secretaria general de la Asociación Nacional de Actores (Anda) entre el 2006 y 2010.
Su cuarto hijo, Pablo Mendizabal, dijo que su madre tuvo complicaciones tras una operación intestinal durante sus últimos días: “Estuvo en terapia intensiva y después salió, se fue a la casa de mi hermano (en Cuernavaca) pero ya no reaccionó como queríamos y entonces bueno, eso fue lo que sucedió. Se fue rodeada de su familia con una sonrisa. Ya no me pude despedir de ella porque no estaba consciente”.
Fue en una funeraria de Cuernavaca en donde sus cenizas fueron veladas con un máximo de 15 personas permitidas por protocolo sanitario.
“Una última voluntad, que decía ella que era muy de la Aragón: 'A mí me creman, me meten en un bote de Nescafé y me meten en una despensa'; obviamente no hay botes de ese tamaño, pero ya la cremamos y ya veremos después. Siendo una exsecretaria general debería de estar en un panteón jardín”, consideró.
Su hijo detalló que, a pesar de su larga y reconocida trayectoria, hasta el momento no se ha planeado algún homenaje para reconocer su legado. Y es que la primera actriz realizó más de 30 novelas, más de 20 películas y una docena de obras de teatro.
“No sé si se va hacer homenaje, yo creo que los homenajes en boca propia son vituperio. Si alguien quiere homenajear a mi madre bienvenido, pero no creo que nosotros lo hagamos”, mencionó Pablo.
A su despedida acudieron Laura Zapata e Isaura Espinoza y con la familia se comunicó Cinthya Klitbo desde Perú, pero algunos de sus hijos no acudieron.
“Alejandro no vino, Gabriela tampoco, y Enrique... Enrique falleció hace más de un año. No lo habíamos dicho y no voy ahondar, simplemente diré que Enrique falleció y fue parte de lo que deprimió a mi madre un poco, pero mis hermanos no son de venir a funerales ni nada por el estilo”.
La partida de Lilia dejó una profunda tristeza a su familia, pero ella supo enseñar a sus hijos a levantar el rostro en situaciones complicadas, aseguró Pablo.
“Mis hermanos están bien, obviamente estamos afectados, pero finalmente somos hijos de Lilia Aragón, si algo nos enseñó fue a sacar la casta, echar para arriba y tirar para delante“.
Sus familiares despidieron con felicidad a Lilia por todo el legado que dejó en el séptimo arte, la pantalla chica, el teatro y sobre todo en la vida. La primera actriz dejó todo resuelto antes de irse, pues heredó todos sus bienes.
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