Cientos de personas acudieron ayer a hacer fila a la colonia Emiliano Zapata para poder comprar tamales y atole en el local "Abigaíl", administrado por la cuautlense Miriam Santos Hernández y por su familia.
Este negocio, ubicado sobre la avenida Francisco I. Madero, justo en frente del mercado Hermenegildo Galeana (el "mercado nuevo"), recibe a diario a decenas de personas que acuden a hacer fila con la esperanza de poder comprar los tamales y atoles que prepara la familia en la colonia Paraíso.
Hace sólo unos días, Miriam Santos relató que el 2 de febrero, el Día de la Candelaria, es el día de mayor demanda para ellos: en esta fecha, llegan miles de personas a hacer fila con la esperanza de alcanzar tamales y atole. No siempre lo logran: a veces, las piezas se terminan antes de que se acabe la fila y Miriam tiene que pedirle a la gente que se retire.
Cada año, en estas fechas, la familia prepara al menos dos mil 500 piezas.
En México, el Día de la Candelaria es una tradición en la que se acostumbra que, quien obtuvo el niño oculto en
la Rosca de Reyes, haga una fiesta basada en tamales y atole, productos hechos
con maíz. Dicha tradición tiene raíces prehispánicas.
