Durante la homilía de este domingo, Tomás Toral Nájera, vicario general de la Diócesis de Cuernavaca, encendió el primer cirio de la corona de Adviento, que marca el inicio de esta temporada de reflexión y esperanza. Exhortó a los feligreses a no dejarse llevar por las distracciones de lo que verdaderamente significa la Navidad.

"No nos dejemos sorprender ni distraer por lo que muchas veces pudiésemos simplemente pensar que es la Navidad, hay que alegrarnos y compartir nuestro ser, nuestra fe y el gozo, pero sin distracciones, es decir, estar atentos y despiertos con una actitud de esperanza, para de reconocer entre nosotros al Señor que ha venido, que viene y que vendrá".

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Durante la misa destacó que la Corona de Adviento es un signo que expresa la alegría del tiempo de preparación a la Navidad, “y por medio de la bendición de la corona se subraya su significado religioso, la luz indica el camino y aleja el miedo para favorecer la comunión.

"El Adviento más allá de un sentido penitencial, es un sentido de preparación del corazón, para que verdaderamente la luz que ha venido y que ha iluminado las tinieblas de un pueblo, ilumine todo aquello que lo requiera específicamente en la dignidad humana".

Resaltó ante los feligreses que son tiempos de mantener la esperanza activa en el presente y no solo esperar lo que vendrá.

"Es importante que podamos reconocernos en este sentido de preparación, y saber que podemos verdaderamente ser Cristianos en espera, pero también en el presente con actitud de esperanza".

De esta manera, este domingo 1 de diciembre iniciaron las celebraciones previas al nacimiento de Jesús, la noche del 24 de diciembre, y la Navidad.