Una vez concluida la segunda etapa de registro para el Programa Pensión Universal de Adultos Mayores, el delegado federal para los programas federales, Raúl Anaya Rojas, dio cuenta que son 16 mil los que se han inscrito y que probablemente sea en el siguiente bimestre cuando puedan recibir su primer pago que asciende a los tres mil 100 pesos, si las tarjetas llegan en tiempo.

En la primera etapa y una vez que inició la incorporación de los mayores de 65 años de edad, luego de que el gobierno federal amplió la edad de beneficiarios, en la entidad fueron siete mil las solicitudes, para la segunda etapa la demanda subió a nueve mil más, por lo que en estos momentos la Secretaría del Bienestar se encuentra haciendo el registro correspondiente.

“Se suspendió la nueva etapa porque en el mes de septiembre estamos pagando y el periodo dura todo el mes y terminado retomamos la tercera etapa”.

La cual estará vigente hasta marzo de 2022 a fin de poder registrar a los 50 mil adultos mayores de 65 años y más que se tiene estimado en Morelos, aclaró que quienes recientemente se han estado dando de alta se espera pueden cobrar el primer bimestre en el siguiente operativo de pago que correspondería a noviembre.

“En noviembre estaríamos pagando el sexto bimestre del año, y es muy probable si nos llegan a tiempo las tarjetas que cobren el próximo bimestre los 3 mil 100 pesos”, de lo contrario se prolongaría al siguiente periodo de pagos.

En la entidad la cifra de beneficiarios de dicho programa asciende aproximadamente a las 150 mil personas, por lo que se ampliarán a 50 mil más para el año 2022, mismos que como único requisito es tener la edad de 65 años cumplidos.

En el último año este programa ha tenido al menos 10 por ciento de bajas por defunciones, reportó el funcionario federal, tras señalar que la causa no es solo por Covid-19 sino también por otras enfermedades que afectan a los adultos mayores.

“Traemos aproximadamente ya un 90% del padrón total, ya ese 10 por ciento es lo que nos faltaría por defunciones”, lo que en números significarían una baja de mil 500 adultos mayores de 68 años de edad.