En cuanto a conflictos sociales, 2021 fue un año definitivo para dos de los principales que habían sido asignatura pendiente en el estado de Morelos: el conflicto de gobernabilidad que enfrentó el municipio indígena de Hueyapan desde su erección hace dos años, y la puesta en marcha de la central de ciclo combinado construida por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en Huexca, Yecapixtla.
Llega la paz a Hueyapan
Durante dos años, los habitantes de Hueyapan habían vivido en un ambiente de constantes tensiones debido a los roces que existían entre los grupos que reclamaban la administración del municipio indígena. En marzo, el conflicto derivó en un enfrentamiento entre pobladores y elementos policiacos, en el fraccionamiento Maravillas, del municipio de Cuernavaca.
Fue el 9 de marzo cuando, luego de la elección de un nuevo concejo municipal, sus integrantes acudieron a Cuernavaca para exigir ser reconocidos por autoridades del estado. Aunque se esperaba que en la capital las autoridades hicieran posible entablar diálogo entre los grupos en conflicto, la falta de acuerdos derivó en la presencia de elementos policiacos para resguardar a los representantes del gobierno. En un ambiente ríspido, los pobladores arrojaron piedras a varios vehículos.
La rencilla concluyó con la detención de 15 pobladores, que fueron liberados días después luego del pago de una fianza y la suspensión provisional del proceso en su contra. Además, el 30 de marzo el gobernador de Morelos y representantes de los grupos en conflicto firmaron un convenio para establecer las bases de una nueva gobernabilidad en Hueyapan, localidad que hoy se enfrenta a su primera transición administrativa con un concejo indígena que estará encabezado por una mujer, la ciudadana Guillermina Maya Rendón, a partir del 1 de enero.
La termoeléctrica inicia sus operaciones
Después de seis años de haber sido concluida, la central de ciclo combinado, construida por la CFE en Yecapixtla para suministrar energía eléctrica a la región central del país, entró en operaciones en octubre pasado, según aseguró la subgerente de Selección de Sitios de la compañía, María Elena Olaguez López, al referir que el funcionamiento de la central ya produciría energía para los habitantes de la entidad, desde los propietarios de tiendas de abarrotes hasta otras empresas que serán beneficiadas con su electricidad, algo que, dijo, acelerará el desarrollo económico local una vez que termine la pandemia.
Sin embargo, algunos ciudadanos aún se oponen a su operación y niegan que su rendimiento sea el óptimo. A fines de noviembre, en el marco del aniversario del desalojo de opositores al Proyecto Integral Morelos (PIM) en San Pedro Apatlaco, integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Morelos, Puebla y Tlaxcala realizaron una manifestación en la planta del fabricante de cristales Saint Gobain del Parque Industrial Cuautla, señalándola como una de las compañías beneficiadas por el megaproyecto.
En la protesta, los opositores insistieron en que la central no ha entrado en operaciones y que una vez que lo haga en su totalidad se reflejarán daños a la salud de las comunidades cercanas y del medio ambiente.
En Huexca, el año concluye con una tranquilidad dudosa: mientras que la termoeléctrica trabaja, los habitantes parecen conservar la calma, pero Teresa Castellanos Ruiz, del movimiento “Huexca en resistencia”, ha asegurado que la población sigue en contra y que las acciones para frenar su operación continuarán por la vía legal y otras acciones sociales.
➡️ Recibe GRATIS la información relevante en tu correo a través de nuestro Newsletter
Suscríbete a nuestro canal de YouTube