“Considero que el ser mujer es una bendición que tenemos que aprovechar, poder decidir dar o no vida de una manera responsable; poder enamorarnos, disfrutar de nuestra sexualidad, disfrutar de un trabajo que nos apasione; disfrutar de la comida sin remordimientos; disfrutar de nuestros seres queridos es algo a lo que todas deberíamos de tener acceso y en este día de la mujer debemos de hacer un análisis sobre nosotras mismas, sobre cómo nos comportamos con las demás mujeres y qué nos falta para poder ser sororarias entre nosotras”, dice Xilema Mastache, enfermera de profesión.
Originaria del municipio de Jonacatepec, nació en el año de 1991, y hasta hace unos meses, toda su vida la había realizado en el estado de Morelos.
Estudió el nivel básico en el municipio de Jantetelco y la licenciatura en Enfermería en el municipio de Cuautla, luego de graduarse comenzó a trabajar en algunos hospitales particulares de La Heroica; no fue hasta hace unos meses que su trabajo la llevó a mudarse a la Ciudad de México.
Actualmente, trabaja como enfermera en el Ejército Mexicano, donde ha contribuido a cuidar a personas con Covid-19, entre otros padecimientos. Con un pequeño de un año de edad, la entrevistada afirma que el combinar la maternidad con un trabajo demandante no ha sido fácil como madre soltera, sin embargo, todos los días son un logro, pues educar a un pequeño con mucho amor y buenos principios así como ayudar a salvar la vida de muchas personas es algo que la enorgullece.
En el marco del Día de la Mujer, la entrevistada señaló que es importante que las mujeres aprovechen para tener consigo mismas un tiempo de reflexión, de análisis de sí mismas y del desarrollo que como mujeres tenemos para poder mejorar como personas y de esta manera poder ayudar a las demás mujeres.
“No nos vayamos más lejos, debemos de mejorar y de hacer conciencia sobre cómo nos desenvolvemos nosotras mismas en nuestros círculos más cercanos, hay muchas mujeres que han hecho mucho pero en un plano más terrenal, debemos de mejorar nosotras con las mujeres que nos rodean, mamá, hermanas, amigas, vecinas, compañeras de trabajo y demás, no podemos salvar a las que están lejos si no lo hacemos con las que están cerca”.
“Ser empáticas con las demás mujeres, no herir con nuestras palabras o sentimientos, no meternos en relaciones de otras personas, respetar las decisiones de cada mujer, no obligarlas socialmente a tener hijos , son sólo algunas cosas en las que podemos trabajar porque todas podemos ser mujeres ejemplares”.