En consecuencia de todas las horas derodillas bajo los escombros, camina con dificultad
A sus 75 años, La Pulga se ha convertido en unrecuerdo andante de aquel héroe pequeño que dio su vida porsalvar la de otros en las horas siguientes al terremoto de 1985,como rescatista; Marcos Efrén Sariñana, aún es un hombre menudo,pero si en antaño su energía lo lanzaba a la aventura cada vezque había una zona devastada en el mundo, hoy debe resignarse aestar en casa, pues ha envejecido.
Con las consecuencias de todas las horas de rodillasbajo los escombros, camina con dificultad y apenas escucha cuandohabla con alguien. Todavía en 2017 fue invitado a participar enlas labores de rescate de un terremoto en Pakistán, pero declinóla invitación;”ya no corro”, dijo Marcos.
Para evitar romperse, guarda silencio entre cadapregunta y respuesta; o tal vez sea que trata de descifrar lapregunta que, finalmente, no alcanzó a escuchar d.
“Yo fui el primer maratonista de Morelos, peroahora ya no corro”, lamentó.
Una nueva faceta En su nueva facetase ha estrenado como conferencista en instituciones educativas;recientemente, el rescatista jubilado acudió a la UniversidadAutónoma del Estado de Morelos (UAEM) para hablar sobreprotección civil, sismos y rescates, donde recuperó susexperiencias desde el terremoto de 1985.
Estas actividades le dan la oportunidad deconcientizar a los jóvenes sobre la importancia de prepararse paracualquier desgracia, más allá de lo que hagan o no lasautoridades, sobre todo ahora que Morelos es considerado una zonasísmica.
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